La vice presidenta de la Asociación de Funcionarios de Aduanas (AFA), Virginia Errandonea, dijo que el abogado del gremio defenderá a los funcionarios detenidos por integrar una presunta banda.
27 de junio de 2008
La vice presidenta de la Asociación de Funcionarios de Aduanas (AFA), Virginia Errandonea, señaló a Producción Nacional que la agremiación puso al abogado del sindicato a disposición de los funcionarios detenidos por la Justicia por su presunta vinculación a una banda para cobrar coimas en el Aeropuerto de Carrasco y en Zonamérica.
Errandonea informó que la la AFA no tiene posición sobre el tema y explicó que se niega a emitir un comunicado sobre la situación.
Además, aseguró que el gremio no echará a los funcionarios en el caso de que la justicia los encuentre culpables aunque automáticamente quedarían fuera del sindicato al dejar de ser empleados de Aduanas.
Errandonea reconoció que en Aduanas “no son ningunos santos” pero dijo que el reciente caso de corrupción hace mucho mal a la AFA en medio de un conflicto como el que llevan adelante con el Poder Ejecutivo.
Por otra parte, la AFA levantó las medidas de fuerza y volvió a cumplir con los horarios de los servicios extraordinarios.
Los sindicalistas retomaron su trabajo normal como “muestra de buena voluntad” en su diálogo con el Gobierno, según sostuvo
Sin embargo, la dirigente dijo que la propuesta elevada por el Ejecutivo en las últimas conversaciones no los convenció para nada y aseguró que “las posibilidades de acercamiento son cada ves menores.”
En relación a la administración de la Dirección de Aduanas, Errandonea dijo que “quienes cobran 60 mil pesos al mes son los incondicionales del director, que cobran por mayor responsabilidad y por proyectos que no se están llevando a cabo, palabras que se inventaron para curro”.
“Esto se inventó en el Gobierno de Jorge Batlle, pero el actual Gobierno no solo no lo derogó sino que además puso más gente”, resaltó la dirigente sindical.
Errandonea acusó al director de aduanas Luis Salvo de llevar adelante políticas de amiguismo y clientelismo eligiendo “a dedo” directores y para-aduaneros que son quienes cobran altos sueldos.
