Vuelta a la «chismosa»

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A partir del mes de enero, la Intendencia de Montevideo comenzará a cobrar una tasa a las empresas que usen productos de plástico que no cuenten con un plan de recuperación.Con Néstor Campal, director de Desarrollo Ambiental de la Intendencia Municipal de Montevideo

Entrevista emitida el miércoles 20/08/2008 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE

El objetivo de las autoridades municipales es promover el uso racional de estos envases o bolsas de polietileno. Se trata de recuperar viejas prácticas del pasado en favor del medioambiente.

 

Alejandro Landoni – Hace cuatro días que la basura montevideana -a razón de unas 1.500 toneladas por día-, está esperando para ser recogida.

Por estas horas se sostiene que los contenedores se están llenando y que los vecinos comienzan a depositar la basura fuera de los recipientes.

Además, Adeom ya anunció que va a continuar sus medidas exhortando a sus afiliados a no realizar horas extras lo que va a impedir una rápida solución a los problemas que se concitan.

La Intendencia ha establecido una serie de medidas para palear la situación. Se han contratado empresas que, con camiones están recogiendo la basura que está afuera del contenedor (no la que está adentro). Incluso la comuna repartió a los Centros Comunales Zonales miles de bolsas grandes para que se las distribuyan a los vecinos.

Una de las posibilidades que se manejó es que se declare la recolección de residuos como un servicio esencial, medida que no prosperó

¿Cómo está la situación a esta hora?

Néstor Campal – Estuvimos haciendo recorridas en toda la ciudad de Montevideo.

A.L. – ¿Qué evaluación hicieron?

N.C. – Obviamente, desde el punto de vista de la Dirección esta es una situación no deseada y desagradable. Como usted relataba se han tomado una serie de medidas complementarias desde la distribución de las 100 mil bolsas de gran tamaño; la colocación de los 200 contenedores plásticos, o la colocación de 60 volquetas (no sólo la volqueta, también el contrato de la volqueta y el levante de la volqueta).

 

La subdivisión que se ha hecho del Servicio de Limpieza en partes pequeñas inhabilita ciertas funciones algunos días y habilita otras en otros días.

A.L. – ¿Quién hizo esa subdivisión?

N.C. – Es una subdivisión que ha hecho Adeom. En algunos casos la subdivisión podría ser más razonable, porque se trata de un servicio en particular. Por ejemplo, el servicio de la disposición final es el único lugar que la ciudad de Montevideo tiene para disponer residuos tanto de parte de la Intendencia como de parte de los diferentes actores privados que participan en el tema de la basura, ya sea porque recogen residuos de obras de la construcción, o porque recogen residuos pertenecientes a circuitos comerciales.

El Servicio de Inspección Final estuvo habilitado el martes, no lo estuvo el día lunes, no lo está hoy y por los datos que tenemos lo va a estar mañana.

Todas las medidas que nosotros tomemos están muy condicionadas sin duda por la posibilidad de disponer esa basura en el final de su recorrido.

De cualquier manera hay otras opciones que se pueden poner en marcha, como llevar esa basura a lugares más lejanos, otros sitios de Inspección Final. Esto incrementa muchísimo los costos y sobre todo los tiempos de respuesta, porque el mismo camión tarda mucho más en trasladar la basura que en recolectarla.

A.L. – En el paro anterior hubo intención de llevarla a Cañada Grande o a otro lugar y Adeom realizó gestiones para que no recibieran la basura.

N.C. – Sí, hubo varias instancias. En algunos casos hemos querido tirar en Cañada Grande. En otros lo hemos podido hacer por períodos, o sea que esta es una situación muy dinámica que obliga a estar muy alerta. Cada uno juega su papel dentro de lo que la ley le permite y lo que en ese papel se trata desde la Dirección es solucionarle el problema al vecino de Montevideo asumiendo las dificultades que le plantea el tener basura en la esquina de su casa.

A.L. – ¿Qué evaluación hizo usted y el resto de las autoridades en esta recorrida que realizaron en la tarde de hoy?

N.C. – Nosotros hacemos tres recorridas diarias, una temprano a la mañana, otra al mediodía y otra sobre la tarde. A veces para programar el trabajo de la mañana temprano también se hace una de madrugada.

La situación la describiría como no agradable pero tampoco caótica, Montevideo no tiene una situación de emergencia en este momento. Repito que este problema es dinámico y por lo tanto no se descarta ninguna medida.

A.L. – ¿Entre ellos la esencialidad de los servicios?

N.C. – Sí, ninguna medida está descartada. Lo que se evalúa es la oportunidad y el motivo para hacerla.

Hay otros elementos que a veces están fuera de la voluntad de los actores. Uno de ellos es que la velocidad de descomposición de la materia orgánica (que es lo que está esencialmente en los contenedores). Igual reitero que los vecinos han sido más que pacientes porque hemos verificado una reducción importante en la cantidad de desperdicios que se han arrojado.

Les repetimos a los ciudadanos que nuestra intención es que no se desprendan de aquellos elementos que pueden permanecer en los hogares algunos días más que son: papel, cartón; elementos no putrescibles o algunos elementos mayores.

A.L. – Todo lo inorgánico.

N.C. – Todo lo inorgánico, exactamente. Creo que la enorme mayoría ha respondido muy bien. Hay gente que habitualmente se sale de la línea, —ahora miraba aquí bastante cerca de Garibaldi y Bulevard Artigas—, tuvimos un contenedor al cual habían adjuntado 12 cubiertas de automóviles.

Cada uno sabe cómo se comporta y además seguramente los vecinos que vieron ese hecho, y que vieron al que lo generaba, sabrán formarse una opinión de la persona que lo hace.

El control del comportamiento ciudadano es un tema que viene muy a propósito de situación de tensión o de situaciones como la que está viviendo hoy Montevideo con el tema de la basura.

A.L. – La gente compara los sueldos de los funcionarios que están en el sector limpieza con la media de lo que gana la población en general. También piensan que este conflicto tiene varios años y nunca se arregla. Además dicen que el Frente Amplio está en el gobierno departamental hace 18 años. ¿No será el momento en pensar en privatizar o en buscar algún otro tipo de solución a la recolección de la basura?

N.C. – Yo no soy particularmente contrario ni afecto a que la acción privada en un campo cualquiera, o que la acción pública sean dos opciones radicalmente diferentes. No creo que una sea panacea o que una sea mucho mejor que la otra. Creo que lo mejor es el complemento de ambas actividades, Montevideo tiene una región que está privatizada, -la región Centro- que no está teniendo problemas en esta situación. En otras ciudades del Uruguay en que la recolección es privada ha tenido problemas gravísimos por los conflictos que pueden generarse entre los funcionarios de esa empresa privada y la propia empresa al cual también quedan esclavos los ciudadanos.

Creo que este problema habría que mirarlo con generalidad porque las diversas ciudades del mundo no escapan a esta situación, ni es tampoco exclusivo de Montevideo el hecho de que ocurran con los funcionarios, -en este caso es con todos los funcionarios municipales-, lo que pasa es que el servicio de limpieza. Es el servicio que hoy está más expuesto porque es aquel que tiene consecuencias más directas y más rápidas sobre todos nosotros y es el que más nos molesta. Si se prolongara generaría situaciones que ya no son de molestia, que ya no son de impacto visual sino que son situaciones sanitarias.

Pero hay otros servicios que la Intendencia presta, por ejemplo el saneamiento de Montevideo que tiene sin duda no sólo importancia equivalente, yo diría que importancia mucho mayor y que todo parece que funciona automáticamente porque los caños están escondidos. Esto no es así, todo requiere de un cuidado, de una operación y también el servicio sanitario. Esta repartición tiene una combinación de actuación pública y de actuación privada.

Creo que es una buena mezcla, probablemente las proporciones puedan variar de acuerdo a los objetivos que uno persiga en cada momento, pero genera una cierta competencia entre ambos actores.

La Administración Pública tiene algunas dificultades que le son propias para actuar, que son simplemente las que resultan de la aplicación del marco legal. Sin embargo tiene ventajas sustanciales en algunos casos. La Administración Privada tiene más flexibilidad, tiene más eficiencia a la hora de la compra porque los procedimientos son más ágiles. Creo que los ciudadanos de Montevideo recuerdan las imágenes de lo que fue para el sur de Italia el conflicto de la basura a principio de este año.

A.L. – En Nápoles.

N.C. – En Nápoles, con un metro de basura cubriendo todas las calles.

A.L – Que es algo bastante usual, en Nápoles suele ocurrir. El contenedor queda chico al lado de la basura que hay a su alrededor.

N.C. – Ahí está, y ahí tenemos recolección privada y tenemos Disposición Final privada.

A.L. – En ese caso juega su rol la mafia napolitana. No es tan sencillo… no sé si es tan comparable.

N.C. – Creo que esta situación es totalmente indeseable, a la que hay que buscarle todos los caminos posibles para resolverla. Recordemos que no es una situación particular de la basura.

Como he dicho anteriormente, la basura es el elemento más visible pero que afecta a todos los funcionarios de la Intendencia. Yo no voy a juzgar, no me gustaría que juzgaran el mío, cada uno sabe la función que cumple. Los salarios de la Intendencia son buenos, de eso no hay ninguna. Creo que sería hora de que todos hagamos el esfuerzo de contribuir para encontrar una solución. En este aspecto hay excelentes personas tratando de solucionar el problema y lo mejor sería que yo me ocupara de mi problema que es la basura y no del conflicto en sí.

A.L. – La situación del plástico es un tema que preocupa a nuestro país. Hay una Ley de Envases que está ya en funcionamiento y que responsabiliza a las industrias de los envases que lanzan al mercado. Dentro de la normativa se tiene en cuenta los envases de refresco o del televisor. Entre ellos la bolisita de nylon que uno la ve como algo insignificante, pero por ejemplo desde la DINAMA, -la Dirección Nacional de Medio Ambiente-, el Asesor Roberto Elizalde sostuvo que hay un marketing «salvaje» de algunas empresas que distribuyen toneladas y toneladas al año de bolsitas de nylon que realmente son nocivas para el medio ambiente. Además le generan al Estado unos costos tremendos y que se reciclan en un mínimo porcentaje, -algunos hablan a nivel internacional a penas de un 1% andan volando por cualquier lado, quedan en los árboles, se lo comen los animales, trancan el saneamiento… en fin, llenan los Vertederos Municipales.

Ante esta situación la Intendencia de Montevideo ha decidido que a partir de enero del año que viene va a poner un impuesto a la bolsita de nylon.

N.C. – En realidad va a poner una tasa a todos los productos de plástico cuando ellos no vengan acompañados de parte de quien los introduce, con un plan de recuperación.

El objetivo principal de la Intendencia es promover algo que sabemos que para el bolsillo del ciudadano es provechoso, que es el reciclado de materiales.

En el caso del plástico más que nada, porque el plástico es un subproducto del petróleo. Podemos leer en las noticias que solamente en los últimos dos meses el aumento del precio del petróleo incidió casi un 24 % en el precio de la materia prima de las bolsas. Como me dijo un técnico que el otro día me visitó, en realidad no es bolsa de nylon el término correcto sino bolsa de polietileno.

Es una tasa no es un impuesto porque la Intendencia asume también en el marco de la Ley de Envases, la responsabilidad que es la clasificación previa de esos materiales para mejorar la tasa de recuperación.

Como usted decía la tasa de recuperación del nylon es muy baja, y es muy baja porque individualmente cada bolsa o cada elemento de film tiene muy poco peso. El trabajo para que ese plástico vuelva a ser introducido en el circuito de re-uso de los plásticos es muy grande. Por ejemplo, el volumen de agua para lavarlo es demasiado grande así que el impacto es enorme.

Lo primero que promueve la Intendencia en ese marco es un uso racional de los envases plásticos. Ese uso racional tiene muchos caminos y las distintas sociedades han elegido distintos caminos.

Para aquellas empresas que elijan alguno de esos caminos hay exención de la tasa. La tasa se aplica a aquel que introduce el envase y no se hace responsable de lo que introduce.

A.L. – En el caso de una embotelladora de refrescos que a parte es el sector donde funciona mejor. Pero, ¿cómo hace la Intendencia para medir por ejemplo un Supermercado grande, cuántas bolsas de polietileno tiraron al mercado y cuántas recuperaron?

N.C. – En primer lugar es un insumo, es una materia prima y el comercio aquí está documentado. O sea que la adquisición de ese insumo y de esa materia prima en un comercio tiene que estar documentada, por lo tanto nosotros sabemos los volúmenes. Además el número de fabricantes o importadores de bolsas de polietileno en Uruguay es relativamente pequeño.

Estamos hablando de una industria que abarca unas decenas de productores y esos productores tienen un mercado con compradores específicos. Para saber cuánto utilizan se hace a través de una Declaración Jurada y de vez en cuando se realiza un muestreo aleatorio a ver si lo que está en la Declaración Jurada coincide con la verdad o no.

 

Nosotros apuntamos a un uso racional, es decir, a un rediseño en muchos casos de los envases.

Apuntamos bolsas más grandes, bolsas más resistentes, bolsas que puedan ser utilizadas varias veces. A un cambio de mentalidad que podría ser interpretado como un retorno al pasado.

A.L. – A la chismosa.

N.C. – A la chismosa. Pero que en realidad todas las sociedades cuando han probado un elemento y han visto que ese elemento no contribuye a la sociedad o causa un daño como en este caso clarísimo, retornan a antiguas prácticas. Cuando yo era niño no se concebía ir a la panadería sin bolsa, porque el papel costaba la tercera parte del pan que uno compraba.

Creo que acá hay un tema donde la educación juega un papel fundamental. Hay un compromiso que debemos asumir cada uno de nosotros para el cambio de actitud.

Para el industrial que debe colaborar con este problema del cual participa y también la inteligencia de la sociedad de los distintos actores para sustituir el plástico cuando realmente no es necesario.

Aquel que no se haga cargo de alguna manera tiene que colaborar con la sociedad permitiendo que la Intendencia pueda clasificar en origen, armar circuitos limpios que es el único camino que tenemos para regularizar el problema que tenemos con los clasificadores. No existe otro camino posible.

Necesitamos manejar y valorizar nuestros residuos en tasas mucho mayores de lo que lo estamos haciendo.

Con eso disminuimos el volumen de basura que ponemos en el Vertedero, disminuimos los costos y aumentamos el uso de las materias primas que ya adquirimos. No tenemos que volver a importar plástico cada vez que queremos hacer este tipo de productos.

A.L. – Se sustituyen importaciones.

N.C. – Exactamente.

A.L. – Se da trabajo a la industria y empleos formales, incluso en la recolección.

N.C. – Eso va a favorecer directamente a la calidad de vida de cada uno de los montevideanos y al bolsillo de cada uno de los montevideanos.

Si nosotros estamos importando aproximadamente 370 millones de dólares de materias plásticas y productos de plástico esto abarca todo.

Las bolsas de polietileno forman una parte relativamente importante de ese volumen. Son los materiales de más baja reciclabilidad, entonces busquemos soluciones inteligentes para aumentar la reciclabilidad. Hay que disminuir esos costos de la misma manera que buscamos soluciones inteligentes para bajar el consumo de luz o para ahorrar otros combustibles.

Para más información ingrese a las siguientes entrevistas:

Roberto Elissalde

Plásticos Garré

Cooperativa Juan Cacharpa

Edición: Adriana Fernández

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