La Cra. María Messina, coordinadora del Programa Ciencias Económicas Emprende, culmina el Ciclo sobre «¿Cómo hacer un Plan de negocios?»
Culmina en Producción Nacional el Ciclo sobre «¿Cómo hacer un Plan de negocios?» que hemos mantenido junto con los especialistas del Programa Ciencias Económicas Emprende de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República.
Para darle el cierre a este ciclo conversaremos con la contadora María Messina.
Alejandro Landoni — Sabemos que el plan de negocios es como una hoja de ruta para cualquier tipo de emprendimiento, pero realmente uno ve la precisión y el trabajo enorme que tiene que poner cualquier persona antes de emprender para saber cuáles son las claves del negocio que se quiere empezar a realizar o se está realizando.
María Messina — Realmente es bastante trabajoso. Los tutores que estuvieron en el ciclo, que son los realmente expertos en el tema y no yo, más o menos explicaron cómo era el proceso, y es muy trabajoso para el emprendedor, es una gran labor para el que los guía, para el tutor; sobre todo porque tiene el rol de cuestionarle su emprendimiento.
Muchas veces llega el emprendedor con una idea que parece muy clara e inclusive ya comenzó a emprender, pero luego se encuentra, a lo largo de la elaboración del plan de negocios, que su idea no estaba tan sólida, que no conocía tan bien a la competencia, que no tenía claro cuál era su producto, que no sabía expresarlo, que no sabía vender su emprendimiento y una falla que se encuentra bastante en los emprendedores es el tema financiero, el tema de la viabilidad financiera del emprendimiento. Ahí es la parte que más cuesta, por falta de formación a veces en el área.
Pero siempre digo que si el plan de negocios no tiene la parte económica, la parte financiera, entonces en realidad no es un plan de negocios porque podemos inventar cualquier cosa y siempre nos va a parecer buena, entonces en realidad, implica un trabajo que lleva entre cinco y seis meses y de mucha dedicación del emprendedor y del tutor que acompaña ese proceso de crecimiento y de cuestionamiento sobre todo de su idea.
A.L. — Cuestionarle la idea a un emprendedor es como meterse con un familiar directo.
M.M. — Es muy difícil, sí.
A.L. — Porque uno como emprendedor está convencido de lo que hace, de que es la mejor idea y que todo el mundo la va a aceptar y efectivamente lo que más nos cuesta a los emprendedores es la parte económica, la parte financiera, el flujo de caja, los movimientos que uno necesita, el dinero de respaldo para atravesar las distintas etapas del emprendimiento y lograr el éxito en la empresa.
M.M. — Sí, nos ha sucedido con algunos emprendedores que venían trabajando con esa idea, y en realidad en el proceso de elaboración del plan de negocios vemos que no es viable.
Lo cual en realidad es malo y no es tan malo, porque se buscan otros caminos por donde seguir.
A.L. — ¿Hay gente que renuncia en el medio del plan de negocios? ¿Hay gente que dice “no va más”? Porque hay que estar muy abierto a las nuevas ideas para seguir adelante con este tipo de trabajo tan riguroso.
M.M. — Sí, en general hay gente que abandona de alguna manera en el camino.
Tratamos de traerlos nuevamente pero es muy importante con qué características ingresa el emprendedor al programa y qué tan comprometido está con la idea.
Eso es algo que también nosotros lo hemos ido aprendiendo. El tiempo y la dedicación. Nosotros cada vez más insistimos al emprendedor que tiene que tener tiempo y dedicación a su emprendimiento. Muchas veces se ven emprendimientos muy interesantes, muy buenos, que hace mucho tiempo que se están trabajando pero que de alguna manera no salen adelante.
Cuando se empieza a trabajar con el emprendedor, nos damos cuenta que tiene falta de tiempo porque tiene alguna dedicación laboral a algún empleo que es muy grande y eso impide que dedique tiempo al plan de negocios.
Esa es una de las posibilidades. Se da cuenta que le tiene que dedicar muchísimo más tiempo del que tiene disponible entonces por ese motivo deja.
A.L. — Además muchas veces el emprendedor dedica todo su tiempo en la tarea operativa — en lo urgente, en correr detrás de las cuentas, del pedido, de lo que tiene que hacer hoy, y a veces no tiene este tiempo de planificación estratégica que demanda hacer un plan de negocios.
M.M. — Esa es otra realidad que también encontramos. Hay emprendimientos que hace tiempo que están funcionando, que son empresas que ya están vendiendo pero que nunca se pensó seriamente o se hizo una planificación clara del emprendimiento y entran al programa con eso y con una idea clara de qué hacer, pero es gente que es muy operativa; está en la dinámica del emprendimiento y que es muy difícil que logremos que escriba un plan de negocios.
Más allá de que lo importante en la elaboración de un plan de negocios es todo el pensar qué hay detrás de eso y todo el proceso que hace el emprendedor y todo ese acompañamiento que le hace el tutor cuestionándole su emprendimiento, es muy importante el tema de escribir ese plan de negocios, y ahí está otra de las debilidades que nosotros también encontramos.
Allí depende mucho de la formación previa con que venga el emprendedor y de la disponibilidad. Que diga por ejemplo: “Tengo determinada cantidad de horas en la semana en que me siento y pienso el emprendimiento”, y ahí tenemos emprendedores que nos dicen “Yo ahora estoy vendiendo, y estoy diseñando esto y no me puedo sentar a escribir el plan de negocios.
A.L. — ¿Cómo es el proceso de selección y acompañamiento que tienen ustedes con los emprendedores?
Primero hay que reiterar que Ciencias Económicas Emprende está abierto a todo tipo de emprendimiento y que los emprendedores que puedan ir no tienen porqué haber pasado por la facultad — ni siquiera por la Universidad de la República —, pueden estar en los sectores más diversos de la economía uruguaya.
M.M. — Exactamente.
A.L. — ¿Cuál es el proceso de selección que están haciendo y que van a hacer el año que viene?
Me decía que el año que viene va a ser un poco más complicado que este año.
M.M. — Sí, el proceso de selección lo hemos ido cambiando.
Los dos primeros años fue igual. En realidad era un proceso de selección donde nos basábamos en la idea fundamentalmente. Evaluábamos eso y con eso decidíamos si el emprendedor ingresaba o no.
En realidad, la cantidad de gente que lleva al programa, por suerte va creciendo año a año y también el aprendizaje nuestro por ejemplo de saber cuál es un emprendimiento que realmente tiene potencial y también conocer las características del emprendedor.
Entonces, este año lo hicimos un poquito más extenso y el año que viene también, con el objetivo de que también el emprendedor haga un aprendizaje a lo largo de ese proceso de selección y que más o menos comprenda la dedicación que le va a implicar, qué es lo que implica ir a los talleres y qué es lo que implica ese proceso de elaboración del plan de negocios; porque da mucha lástima cuando un emprendedor entra en el proceso y después se cae por falta de tiempo o porque no entendía cuál era el compromiso que estaba asumiendo.
Hay dos cursos en el año, el primero empieza en marzo y el proceso de selección va a durar un mes y medio aproximadamente. Siempre se inscriben a través de la Web donde ellos plantean una idea emprendedora. Ahí más o menos se evalúa — eso sería una primera evaluación —, y posteriormente se les piden que nos den más detalles sobre la idea que tienen. Posteriormente a eso se los va a convocar a una entrevista donde ellos van a presentar cuál es la idea emprendedora y si tienen algún prototipo también se les pide que lo lleven.
Ahí se les van a pedir algunas cosas, que mejoren, que cambien o que expliquen para una segunda presentación, para ver también cuál es el proceso de evolución que tiene el emprendedor (no va a ser nada complejo); pero también para evaluar al emprendedor. Hacen una segunda presentación y con posterioridad a eso es que los vamos a seleccionar.
A.L. — ¿El proceso cuánto dura para aquellos que quedan seleccionados?
M.M. — El proceso son tres meses con talleres y después son cinco meses en total la elaboración del plan de negocios.
En realidad, todo el proceso dura unos siete meses más o menos.
A.L. — ¿Es una temporada?
M.M. — Exactamente.
A.L. — Comienza más o menos en marzo y termina un poco antes de fin de año.
M.M. — Más o menos en octubre o noviembre el primer curso y el segundo empieza en junio y ahora está terminando en diciembre.
A.L. — ¿Cómo es el proceso de acompañarmiento? ¿Cómo es esa relación que tienen los emprendedores con los tutores?
M.M. — Lo que nosotros venimos haciendo — capaz que sufre algún cambio el año que viene, pero no en lo básico —, es que a los 15 días de que comenzaron los talleres, se les designa un tutor. Ese tutor empieza a acompañarlos en toda esa elaboración del plan de negocios.
Ellos tienen un contacto que tratamos de que sea semanal — y vamos a tratar de que cada vez sea más fluida— con el tutor. El tutor se va comprometiendo y va entendiendo cuál es el negocio del emprendedor y eso de alguna forma es lo que permite ir compartiendo como socios esa elaboración del plan de negocios y trabajan más o menos unos cinco meses juntos.
A.L. —¿Hay alguna cláusula de confidencialidad?
M.M. — Sí.
A.L. — Porque es bravo. Para el emprendedor debe de ser difícil dar a conocer las claves más importantes de su empresa ante otras personas.
M.M. — Sí, en general nosotros no hemos tenido grandes dificultades.
Creo que tuvimos la primera edición con 62 o 63 emprendedores inscriptos, la segunda con 65 y este año tuvimos 85 emprendedores — evidentemente que hay algunas cosas que no las dicen, pero de alguna manera uno se da cuenta —, pero en general muy poquitos tienen problema en decir cuál es su idea porque inclusive la empiezan a compartir mucho dentro del propio equipo. Hay un grupo de 20 personas que más o menos sigue cada curso y ellos se van conociendo mucho y también van haciendo negocios con otros emprendedores del mismo grupo.
A.L. — El trabajo de los tutores pienso que se da en pequeñas empresas donde básicamente hay una persona que generalmente es el fundador o el que lleva adelante la emprendimiento y que tiene uno o dos colaboradores — dependiendo del tamaño de la empresa —. ¿El trabajo se da sólo con el dueño o el emprendedor o la directora, o se da también con el grupo de colaboradores?
M.M. — En realidad, ahí depende un poco de cuál es la realidad del que se anota en el programa Ciencias Económicas Emprende. Muchas veces se anotan y va el fundador o van los socios. En general todavía no tienen dependientes o empleados dentro de su staff.
Muchas veces sucede que los van teniendo a lo largo del proceso, pero en general es uno o dos socios lo que hacen el curso y el relacionamiento en general es con los que están dentro del curso. Eso en general, porque en realidad es abierto a que puedan incorporarse los otros; que en muchos casos sí se da. Ese es otro de los temas que es importante para el emprendedor, porque muchas veces les cuesta incorporar a otros socios y eso es algo que tratamos de trabajarlo bastante porque muchas veces o tiene la idea muy clara o está muy en la línea de lo que puede ser la línea de producción, pero de pronto la parte de gestión no es tan buena. Entonces ahí hay que entender que hay que armar este equipo.
Muchas veces esos equipos se conforman a lo largo de este proceso o muchas veces inclusive después. Terminó la tutoría y a veces vienen porque o nosotros los convocamos para apoyarlos para presentarse a una competencia de planes de negocios o para presentarse a la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación) y ahí aparecen los socios que fueron formando y ahí sí se empieza a trabajar más con los socios, una vez que está más conformado el emprendimiento.
A.L. — El programa Ciencias Económicas Emprende empezó a funcionar en agosto del año 2007 y cuenta con fondos del programa Emprender y también con una contrapartida de la facultad que en realidad tiene un acuerdo con el Banco Santander. De allí se financia estos cursos y talleres para planes de negocios. ¿Es la actividad más importante que hace Ciencias Económicas Emprende, o hace otras que también tienen la misma importancia?
M.M. — No, básicamente es la capacitación y las tutorías por ahora.
En realidad, incorporó un último proceso que es el proceso de fortalecimiento o de aceleración que consiste en que una vez que termina el plan de negocios digamos que está la pregunta “¿qué hacemos ahora con la empresa? Dejamos de ser emprendimiento y pasamos a ser una empresa.
Desde mediados de este año tenemos lo que es el servicio de fortalecimiento. Ahora está en una etapa muy embrionaria y sobre todo surgió porque aparecía la necesidad. El emprendedor tenía que constituir su empresa y por más que había dado en el taller el marco normativo — las formas jurídicas y eso —; nos preguntaba qué hacía. Entonces, se lo derivábamos a un docente que los asesoraba, los apoyaba en cuál era el aspecto tributario y qué formas societarias había. Después nos preguntan, cuando tienen que tomar Recursos Humanos, temas sobre liquidación laboral.
Entonces, en función de eso fue que se estableció ese servicio y también ellos preguntan a través del sitio Web (la gente que ya terminó con el plan de negocios), y empiezan a aparecer todas esas preguntas. O gente que pide un asesoramiento puntual en marketing o algo sobre un determinado sistema de información o algo contable y ahí empieza a hacer ese proceso.
A.L. — ¿Ustedes en esencia hacen una articulación entre la Academia y el sector productivo?
M.M. — Sí, totalmente y de alguna manera todos los que forman parte del programa son docentes de la Facultad o docentes en general de la Universidad, y está totalmente focalizado a los emprendimientos y en este caso a los emprendimientos dinámicos.
A.L. — ¿Qué es un emprendimiento dinámico?
No sé si es nuevo el concepto pero tiene unos años y viene de organismos internacionales.
M.M. — De alguna manera, uno tiene que tener un potencial de crecimiento claro.
La otra vez, unos estudiantes me preguntaban si nos dedicábamos a PYMES. En realidad, hoy puede ser que sean PYMES o no sean PYMES, pero tienen que ser que tengan interés en crecer; que sean algo que tenga potencial de crecimiento, de exportación, de internacionalización y un porcentaje alto de crecimiento en los próximos años. No puede ser algo que tiene solamente perspectivas de quedarse sólo en el mercado local y de ser para el autosustento del emprendedor.
Para ese emprendimiento no es el programa Ciencias Económicas Emprende.
Si bien — como hoy decía —, nosotros evaluamos al emprendedor también y muchas veces la idea que trae el emprendedor no es dinámica, realmente valoramos muchísimo al emprendedor y seguramente en algún momento le busca la vuelta y termina siendo una idea dinámica. De eso tenemos casos.
Entonces, no solamente se evalúa la idea sino que también vemos las características del emprendedor.
A.L. — Los que quieran comunicarse con Ciencias Económicas Emprende, ¿cómo lo pueden hacer?
M.M. — A través del mail emprendedores@ccee.edu.uy o al teléfono 4118839 interno 130.
A.L. — Le quiero agradecer a la contadora María Messina; realmente disfrutamos muchísimo de hacer este ciclo con los especialistas de este programa y sobre todo fue bien interesante ver cómo se va desarrollando un plan de negocios, todo el trabajo que implica hacerlo y los resultados realmente removedores que tiene para la idea original que el emprendedor tiene. Esto termina con algo que tiene mucho más sustento, basado en números, y a veces la idea cambia hasta radicalmente.