«La pasión por llegar al conocimiento»

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140 investigaciones sobre los más variados temas desarrolladas por unas 600 personas (básicamente niños) serán expuestas en la XXIII Feria Nacional de los Clubes de Ciencia. Entrevista a Gustavo Riestra, del Programa de Popularización de la Cultura Científica

Del 8 al 10 de octubre se realiza en Tacuarembó la XXIII Feria Nacional de los Clubes de Ciencia que organiza el Programa de Popularización de la Cultura Científica, un programa de la Dirección de Innovación, Ciencia y Tecnología (DICYT).

Allí se expone el resultado de 140 investigaciones sobre los más variados temas, que fueron desarrolladas por unas 600 personas. Van a exponer desde niños de seis años, escolares que hacen unos trabajos brillantes y que son muy buenos para ir a ver; adolescentes, jóvenes en general y algunos adultos, donde se destacan un grupo de mamás de niños escolares, un grupo de reclusas de la cárcel de Cabildo que ya obtuvieron el año pasado en Colonia una mención especial por su trabajo sobre la Hidroponia, y también algunos grupos con capacidades diferentes.

Como si fuera poco, van a participar especialistas y jóvenes de Colombia, Bolivia y de Brasil que no vienen a competir, sino que vienen a compartir las distintas investigaciones que están haciendo.

Para conocer más detalles sobre esta nueva edición de la Feria Nacional de los Clubes de Ciencia que se realizará del 8 al 10 de octubre en el Liceo Nº 2 Andresito de Tacuarembó, entrevistamos a Gustavo Riestra, coordinador del Programa de Popularización de la Cultura Científica.

Alejandro Landoni — Realmente es un movimiento bien grande, importante y valioso. Nosotros tuvimos la oportunidad de transmitir la Feria que hicieron hace dos años en Paysandú, y después de estar transmitiendo en directo el año pasado en Colonia. ¿Cuál es el objetivo que tiene la DICYT o el programa que usted dirige particularmente al organizar estas Ferias Nacionales de Clubes de Ciencia?  Gustavo Riestra — Tenemos diversos objetivos, pero fundamentalmente el objetivo central que persigue el programa es que los niños, niñas, jóvenes y adultos de nuestro país se apropien del conocimiento científico, tecnológico y de innovación. Ese es un componente fundamental que tiene el programa junto a otro objetivo — que va muy de la mano también y lo estamos potenciando en los últimos años—, que es el de inclusión social. Entre estos dos objetivos es que el Ministerio de Educación y Cultura organiza a lo largo del año diversas actividades que apuntan a públicos etáreos muy distintos, y de alguna manera, a través de los Clubes de Ciencia se está fortaleciendo el acercamiento de áreas científicas, tecnológicas y sociales a toda la población.  A.L. — Ahí habló de un concepto bien interesante. ¿Los Clubes de Ciencia pueden ser herramientas de inclusión social?  G.R. — Sin lugar a dudas. Nosotros tenemos el slogan “Los Clubes de Ciencia: un elemento de educación no formal y de inclusión social”, y así lo entendemos en todo sentido y de alguna manera, a lo largo y ancho de nuestro país hay cientos de Clubes de Ciencia que nos han podido demostrar en estos 24 años que llevan los Clubes de Ciencia en el Uruguay; una trayectoria y un impacto en lo que respecta al acercamiento de esta temática que a veces parece muy árida, pero que en realidad es apasionante, a través de los Clubes de Ciencia. Estos últimos tiempos fundamentalmente también, ese objetivo que les decía de la inclusión social.  A.L. — ¿Se ha visto con el Plan Ceibal una mayor participación o una mayor calidad en la presentación de los trabajos? ¿Ha tenido incidencia?  G.R. — Nosotros a partir de este año estamos tratando de cuantificar cuánto usan las XO los chicos que integran los Clubes y a nivel de Primaria, donde está mayoritariamente difundido el tema de las XO  y se les ha entregado ya. Vemos que cerca del 97% de los Clubes de Ciencia han utilizado las XO, ya sea para buscar información en la investigación que eligieron, o bien para presentación de la misma. La verdad es que el porcentaje es muy alto y sin lugar a dudas, uno a través de las Ferias Departamentales, que finalizaron el sábado pasado, hemos podido observar cómo las XO están intrínsecamente en los Clubes de Ciencia y cómo han impactado favorablemente en el desarrollo de las distintas investigaciones.  A.L. — Las autoridades esperan que en total participen 3.000 personas en la Feria.¿Cómo se trabaja en un Club de Ciencia? Usted decía que es una educación no formal que también tiende a la inclusión social, pero el trabajo en sí mismo ¿cómo desarrolla?  G.R. — El trabajo comienza a través de una persona que puede ser un niño, una niña, un joven, un adulto que está interesado en buscar una respuesta a un problema. Ese problema puede surgir de diversas maneras: puede ser un problema que de alguna manera impacta a esa personas o de ese grupo de personas y que quieren llegar realmente a obtener una repuesta. También puede ser promovido desde la educación formal a través de un docente orientador. Sin lugar a dudas, nosotros hablamos de los Clubes de Ciencia como una herramienta de educación no formal, pero hay que destacar que el Sistema Educativo Formal tiene un fuertísimo impacto en lo que son los Clubes de Ciencia. Es más, hoy  por hoy, el mayor porcentaje de los Clubes de Ciencia corresponden a instituciones educativas formales. Los Clubes de Ciencia se forman por categorías; categorías que de alguna manera responden a niveles académicos, niveles pedagógicos, niveles incluso cronológicos; de alguna forma se juntan alrededor de ese tema que les interesa resolver. A lo largo del año del año ellos tienen diversas actividades que el Ministerio de Educación y Cultura promueve como los Talleres Departamentales, los Congresos Científicos Departamentales, las Ferias Científicas Departamentales y aquellos que obtienen la Mención Especial en la instancia departamental, son los que representan a su departamento en la categoría y área en la instancia nacional. También hay un montón de personas que están involucradas indirecta y directamente con los Clubes de Ciencia que son investigadores, tecnólogos, innovadores, docentes de nuestro país que apoyan y estimulan a los Clubes de Ciencia en su desarrollo y que son de alguna manera los que también promueven lo que es la calidad de los mismos y el acercamiento a la información de base.  A.L. — Es una red interesante. En el caso concreto de ese maestro o maestra que es quien está en trabajo día a día con los niños y que tienen un  trabajo de motivador muy importante…. recuerdo que en los años anteriores, — sobre todo el año pasado en Colonia — algunas maestras o profesores del Liceo, me decían que en realidad ellos “corrían atrás de los chiquilines”. Los chiquilines a veces cuando tienen que estudiar para el Liceo se les vuelve una cosa pesada y aburrida y sin embargo, muchos de esos chiquilines prefieren quedarse estudiando para el Club de Ciencia en vez de salir a jugar a la pelota o de hacer las cosas que les gustan hacer a los chiquilines. Allí se muestra esa pasión que ponen en lo que están haciendo. Esa maestra o ese profesor que está con ellos “mano a mano”,  muchas veces lo hace sin recibir ningún tipo de salario como compensación, lo hace prácticamente por amor al arte.  G.R. —Exacto, quiero destacar también de lo que dijiste al principio con respecto a la pasión; creo que si hay algo que une a todos los Clubes de Ciencia, más allá de las temáticas tan diversas que nosotros podemos ver a lo largo de estas exposiciones, es la pasión por llegar al conocimiento y por apropiarse del mismo. Esa pasión que queda demostrada en cada paso que ellos dan, ya sea en la búsqueda del conocimiento o en la exposición de ese conocimiento a sus pares y a la comunidad, y eso me parece que es fundamental de destacar, porque hoy en día también es importante que nuestros niños, nuestros jóvenes se apropien de ese conocimiento; no solamente que lo incorporen, sino que lo apropien: lo utilicen para su vida diaria. Es cierto lo que usted dice, los orientadores en la mayoría de los casos son docentes de aula que voluntariamente orientan a estos Clubes de Ciencia. También para los que somos docentes hay un elemento muy importante, a veces la recompensa no está solamente en lo económico sino que quienes somos docentes — y acá en nuestro país afortunadamente tenemos un montón; muchísimos docentes de alma, “camiseteros”-, ven que a través del trabajo en Clubes de Ciencia, realmente hay un impacto que es sumamente favorable a nivel de nuestros jóvenes y de nuestros niños, obteniendo logros realmente importantes. Por ejemplo, el año pasado hubo varios chicos que representaron a nuestro país en el exterior, como los chicos del Hogar rural de INAU de Rocha y realmente, el impacto que tuvo la presentación del trabajo que ellos elaboraron como después, lo que fue la transmisión de conocimientos a su comunidad, fue realmente impactante. Otro también fue el grupo del Establecimiento Penitenciario Femenino, que causó un movimiento alrededor de su comunidad muy fuerte, que incluso sigue este año también replicado en otras personas que están en dicho establecimiento. Lo mismo, con organizaciones civiles, sociales que participan en todo el país.  A.L. — El año pasado ese grupo de reclusas había llevado un trabajo sobre la Hidroponia que estaban realizando sobre el techo en la Cárcel de Cabildo.  G.R. — Exactamente, que justamente le dieron un vuelco importante al proyecto. Este año, una de ellas que ya está en libertad, tuvo la oportunidad de interactuar con un científico norteamericano de primer nivel que visitó nuestro país y que la DICYT  lo invitó a interactuar con Clubes de Ciencia, porque esa también es otra función que tenemos dentro del programa y de la Dirección: acercar los científicos nacionales y los internacionales que nos visitan, y de alguna manera gestar ese puente directo con los Clubes de Ciencia que están trabajando diversas temáticas, a los efectos de potenciar ese desarrollo cognitivo de nuestros niños y niñas.  A.L. — Un renglón final para el tema de la logística. El año pasado en Colonia quedé admirado por la buena organización que ustedes tenían, consiguiendo para todos estos chiquilines el alojamiento, la alimentación, el transporte y no sólo para los chiquilines, sino también para los adultos que son los responsables de llevarlos y de estar con ellos. ¿Cómo se han organizado para este año en Tacuarembó?  G.R. — Sin duda que lo que usted dice es fundamental. La logística es algo que hace también a la calidad del proceso, al programa y este año afortunadamente nos hemos encontrado con una comunidad en el departamento de Tacuarembó que se ha puesto la feria al hombro. Partiendo del mes de noviembre en el cual la Intendencia Municipal de Tacuarembó y el Ministerio de Educación y Cultura gestaron una alianza muy fuerte en pos de esta Feria Nacional a la cual se sumaron a lo largo de los meses, la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), que es muy importante el apoyo que nos da año a año; la Unesco; el Banco República; Intel Corporation; Conaprole; el Hospital de Tacuarembó; el INIA; la Junta Departamental de Tacuarembó, etc. De esa manera se gestan redes, no solamente de instituciones públicas, privadas, empresas, sino también de gente. Se ha incorporado este año a la comisión organizadora un montón de gente de la comunidad que se acercó a la Gestora Departamental, al Ministerio de Educación y Cultura, diciendo “Yo quiero participar”. Una de las cosas que tenemos este año y que no la teníamos el año pasado muy definida, es una red de voluntarios para la organización de la Feria de los Clubes de Ciencias. Esa red de voluntarios aunque parezca mentira, está integrada en su mayoría por ex integrantes de Clubes de Ciencias, como para que vean realmente el impacto que tienen los Clubes de Ciencias en cada uno de ellos. Incluso uno de ellos, del departamento de Canelones, que este año no pudo hacer un Club de Ciencia porque no encontró orientador, dijo “yo no quiero estar ausente de estas instancias y aprendí un montón de cosas y ahora quiero ayudarlos a ustedes a recibir bien a mis compañeros”. Esas cosas son sumamente valiosas y les puedo asegurar que se siente la energía en Tacuarembó por recibir a toda esta cantidad de gente. Usted hablaba de 600 personas pero esa es la Delegación Oficial, es lo que modestamente desde el Ministerio de Educación y Cultura podemos financiar, pero hay un montón de chicos que participan de estos Clubes de Ciencia que lamentablemente es imposible llevarlos en la Delegación Oficial y que a veces buscan estrategias colaterales para poder ir. Así es que tenemos una delegación paralela que sin dudas va a triplicar la Delegación Oficial que tenemos este año en el departamento de Tacuarembó.  A.L. — Les deseo el mayor de los éxitos con esta edición 23ª de esta Feria Nacional de Clubes de Ciencia que se desarrollará entre el 8 y el 10 de octubre en Tacuarembó. Gracias por estos minutos.  G.R. — Gracias a ustedes y quiero destacar el rol de la Prensa en todo esto, y el suyo Alejandro particularmente porque realmente es muy valioso y son los que nos ayudan a que estas cosas se difundan y lleguen a toda la comunidad, así que muchísimas gracias en nombre de todos nosotros.

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