Kaplún: al Triple Play le falta un marco regulatorio más claro

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Para Kaplún, de todas formas, este avance «puede ser ventajoso en el terreno de las familias, de cada uno de los que finalmente reciben el servicio Triple Play».

Con el Profesor Gabriel Kaplún, Director de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República ; integró en el año 2003 la Comisión Programática del Frente Amplio, asesorando en el área de las Comunicaciones

Entrevista emitida el jueves 19/02/09 en Producción Nacional — 1410 AM LIBRE

 

 

El ingeniero Miguel Brechner, presidente de la Comisión Ejecutora del Plan Cardales, dijo que el retiro de la licencia para operar televisión satelital a la compañía mexicana Telmex fue una herramienta política que utilizó el Poder Ejecutivo para proteger el Plan Cardales.

 

Brechner afirmó que en Uruguay hay 600 mil hogares que no tiene ni Internet, ni televisión para abonados y que el gobierno se ha propuesto buscar el mayor grado de equidad en estos servicios para que lleguen a la población que no los tiene.

 

El paquete básico del Plan Cardales tendrá ente 8 y 10 canales de televisión por cable y el paquete de Internet, vía cable modem o vía ADSL. El paquete estaría por el rango de los 300 pesos.

 

De esta forma se excluyeron a las empresas privadas extranjeras y a todos los otros rubros de las telecomunicaciones que no sean del sector televisión. La implementación de este plan va a requerir algunas inversiones que serán financiadas por medio de un subsidio.

 

En la práctica (dice el semanario Búsqueda), el gobierno se inclinó por una alianza con los canales de televisión abierta y también con los canales cables que ya están establecidos y menciona  además, que antes de asumir el gobierno el Frente Amplio ya había denunciado en diversas oportunidades que estas empresas formaban un oligopolio.

 

¿Cuál es la reacción que están teniendo las personas que integraron la Comisión Programática del Frente Amplio entorno a las comunicaciones:

 

 

Alejandro Landoni — ¿Qué opinión le merece esta decisión del gobierno?

 

 

Gabriel Kaplún — Creo que es una buena decisión. El tema del Triple Play es un tema que había quedado pendiente en la agenda aunque nosotros cuando elaboramos el Programa del Frente Amplio entre el 2003  y el 2004, una posición favorable a la instauración de los sistemas de Triple Play en Uruguay porque implican por un lado, un ahorro importante de infraestructuras y costos.

 

Usar un mismo cable para varias cosas parece lógico. Uruguay a esa altura ya había perdido una oportunidad importante para sacar más partido de las infraestructuras.

 

Por ejemplo, cuando se instaló la televisión para abonados por cable físico en buena pare del país, no se previó que fueran cables “de ida y vuelta”.

 

Eran sólo cables de ida, para mandar televisión, pero no para lo que implica Internet que requiere ida y vuelta, o para las demás aplicaciones de TV digital donde hay posibilidades de ida y vuelta también. Lo que se llama interactividad.

 

Estos ahorros de infraestructura son muy importantes, bajan los costos  para el usuario y permiten una integración de sistemas, — lo que se llama convergencia tecnológica—; cada vez es más difícil separar unos servicios de otros y aprovechar las potencialidades de unos y otros y cómo unos hacen sinergia con otros, es uno de los consejos habituales en materia de comunicaciones.

 

Además, cada vez es más difícil separar medios de comunicación, de lo que suele llamarse telecomunicaciones.

 

Este justamente es el caso. Telefonía y televisión parecían mundos totalmente separados, con proveedores distintos, etc. … y en parte lo son, pero por ejemplo, pueden compartir infraestructura y cada vez es más difícil separar una cosa de la otra.

 

Lo que si era delicado, era cómo avanzar en este proceso.

 

 

A.L —  El semanario Búsqueda reproduce un fragmento de los lineamientos estratégicos del Frente Amplio antes de asumir el gobierno, donde se denunciaba una centralización de la producción y la concentración de la propiedad y se recordaba que la adjudicación de los cables en Montevideo, había sido en forma irregular.

 

Esta decisión de ahora del gobierno, ¿no ratifica la concentración de la producción y de la propiedad?

 

 

G.K. — Depende de cómo se haga. Ahí vienen todos los problemas que hay que dilucidar bien.

 

Les comentaba anteriormente a la entrevista que hay algunos aspectos que todavía no he podido estudiar y no sé si están todos definidos de antemano.

 

Es clave a la hora de pensar los sistemas de televisión para abonados, la obligación de transmitir todo lo que esté al alcance y en el aire y la producción local. Por ejemplo, si uno tiene un canal de televisión nuevo de las organizaciones sociales —que es algo que se aprobó a finales del año pasado, en este caso va a administrar el Ministerio de Educación y Cultura—; se establecerá como en muchos países la obligación de que sus contenidos, que esa señal esté presente obligatoriamente en todos los portadores de televisión para abonados del país.

 

Si eso es así, uno empieza a diversificar los contenidos, y si no es así uno puede terminar de contrario con los enlatados típicos donde la mayor parte de los contenidos que ofrecen la televisión para abonados en muchos casos, es enlatados de otras partes.

 

Los canales básicos, pero sólo los privados y no se ofrecen otros y en todo caso una señal propia, que suele ser un refrito de lo que ya el propio portador cuando tiene un canal abierto había reproducido.

Este tipo de acciones regulatorias terminan siendo claves a la hora de instalar estos sistemas que los conducen en una dirección mucho más democratizadora, mucho más abierta o al contrario “cierran más la cancha”.

 

El otro problema que también estaba planteado en su momento, es la competencia entre el sector público y el privado, sobre todo cómo Antel iba a enfrenar estas cosas.

 

Como se sabe, hoy Antel monopoliza las conexiones de Internet en el país

 

 

A.L. — Y la telefonía básica…

 

 

G.K. — Y la telefonía básica. Entonces, un acuerdo razonable en esta área, era lo que faltaba construir.

 

En un momento se vieron como cosas opuestas, es decir: si la televisión para abonados también ofrece telefonía, entonces también compite con Antel. Si Antel ofrece televisión, entonces se compite con la televisión para abonados.

 

Si se encuentran acuerdos razonables y claros en este campo, creo que podemos ganar todos los uruguayos.

 

Obviamente, tenemos que olvidar el pasado en el sentido, —no del perdón de olvidar lo que pasó con la adjudicación del Cable—, sino que hay que buscar caminos que eviten que la concentración siga siendo la tónica de la producción y de la distribución.

 

Creo que ahí falta todavía un marco regulatorio más claro, pero este avance bien hecho puede ser ventajoso en el terreno de las familias, en el terreno de cada uno de los que finalmente reciben el servicio Triple Play, pero también puede ser ventajoso (bien hecho), en materia de diversificación cultural; es decir, desde el lado de los que emiten.

 

Darle por ejemplo canales de salida a una cantidad de gente que tiene capacidad de producir televisión en el Uruguay.

 

Por ejemplo, ¿cuánto cine nacional de buena factoría no logramos ver en nuestros canales de televisión?

 

Estas son algunas de las cosas que podemos empezar a repensar.

 

Por eso hay que ligar esta conversación con las de regulaciones, cuotas de pantalla, obligación de transmitir canales locales, etc.

 

Si esto se encara de este modo, creo que puede ser un paso muy adecuado y un muy buen aprovechamiento de infraestructuras.

 

Ahí es donde no tengo todavía toda la información de cómo esto se va a desarrollar.

 

También hay otro tema delicado que es; ¿cómo todo esto se junta o no con un proceso que estaba a medias en marcha que es el de la televisión digital abierta, terrestre pero por vía aérea? Es decir, la transmisión por ondas de televisión digital.

 

Ese es un proceso que está como a medio camino, sin terminar de avanzar y puede haber fuerte competencia con este otro proyecto.

 

Si se avanza mucho en este, es posible que el otro que —no ha avanzado tanto—, no sé si se detendrá, pero le constará más avanzar.

 

Es un tema delicado que me gustaría estudiar más.

 

Como país deberíamos pensar, porque se tomaron algunas resoluciones en el año 2007 pero después no se avanzó demasiado.

 

 

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