Para los habitentes de La Coronilla, las carencias de agua son responsabilidad de la Dirección de Hidrografía, porque no reguló como se debe la compuerta del Canal Andreoli.
Con Luis Perdomo, integrante de la Comisión de Turismo del balnerario La Coronilla
La Coronilla se convertirá en la primera playa oceánica certificada como natural. Este programa incluye gestión de residuos, agua potable, duchas, teléfono público, iluminación. También una rampa da acceso para discapacitados, programas de información y comunicación, programas de prevención y seguridad, guardavidas e iluminación. Paralelamente se ha denunciado que las carencias de agua que van a sufrir los arroceros en la zona de Laguna Negra son responsabilidad de la Dirección de Hidrografía, porque no reguló como se debe la compuerta del Canal Andreoli.
Entrevista emitida el jueves 27/11/08 en Producción Nacional — 1410 AM LIBRE
En pocos días La Coronilla se convertirá en la primera playa oceánica certificada como natural. Esta noticia es relevante porque demuestra que los daños que ocasionó el desagüe del canal Andreoni en principio estarían superados.
La Intendencia de Rocha inició desde hace ya unos cuantos meses una serie de obras para intentar contener toda esa agua que iba a dar al mar. El canal Andreoni en la dictadura “mató” a La Coronilla. Recuerdo una conversación que tuvimos en el pasado mes de setiembre a propósito de esas obras que la Intendencia estaba realizando en Rocha con uno de los integrantes de la Comisión de Turismo de La Coronilla, Daniel Pastorino.
Pastorino señaló que antes que el canal se abriera, La Coronilla tenía unas 2.500 o 3.000 personas que vivían allí, varios hoteles con la mejor cocina de pescados y mariscos del Uruguay, un Casino funcionando. Cuando el canal se abrió todo se cayó a pedazos.
Por otra parte, Carlos Fagetti, Asesor de la Cámara de Turismo de Rocha, nos señaló que las obras de recanalizado permitirían acompañar a toda la gente que desde hace muchos años está luchando para que La Coronilla vuelva a ser lo que era.
Alejandro Landoni —¿Me imagino las expectativas que tienen ante esta posibilidad de que la playa sea certificada como natural?
Luis Perdomo— Las expectativas siempre traen consigo una cantidad de trabajo previo; el fundamento de ésto es el trabajo. Un año atrás iniciamos este camino con la ONG Ceadu, una organización que tiene más de 15 años y funciona en Montevideo. Ceadu es un centro de estudio y diagnóstico de documentación que tiene apoyo de la Comunidad Europea para capacitar gente. Ahí nace nuestro trabajo.
Recibimos la invitación de Ceadu para recibir cursos y orientarnos a cerca de las cuestiones medioambientales acerca de ecoturismo. Nosotros lo aceptamos de buen grado con la conciencia de que toda la comunidad iba a participar y no nos resultó falsa nuestra expectativa porque participaron muchas personas. Se involucró mucha gente para recibir instrucción; una calificación sobre la cuestión medioambiental.
Nos pusimos como objetivo certificar nuestra playa con un sello de calidad. La Coronilla sería la primera playa oceánica con certificación de calidad.
A.L. —¿Esta certificación la otorga el Ministerio de Turismo?
L.P. —La calificación de “Playa Natural con Gestión Ambiental Certificada” pertenece al Ministerio de Turismo y Deporte. Para lograrlo se requieren una cantidad de pasos previos: que la gente reciba la instrucción; lograr entender de rescate del medioambiental y de protección ambiental. Hoy día es primordial aprenderlo, enseñarlo y lograr transmitirlo que es lo que ustedes están haciendo a través de este medio.
A.L. —Excepto el tema de la recanalización de las aguas ¿Qué tipo de trabajo han encarado y qué tipo de mensajes le han ofrecido a los habitantes de La Coronilla?
L.P. —Lo primero fue diseñar una política ambiental elaborada por los locatarios. La política ambiental significa un compromiso de la comunidad en cómo hacer las cosas, en cómo orientar su forma de vida, en cómo proteger el medio ambiente (si es que uno puede hacer algo).
No nos impusieron nada de afuera: lo propusimos nosotros, lo evaluamos nosotros y lo aprobamos nosotros. Esa fue lo primero: definir una política. ¿Qué quieren los vecinos del balnerario La Coronilla? Lo definimos entre los vecinos y fue uno de los pasos primordiales. El lograr una aprobación para certificar trae con sigo cinco programas.
El primero y más importante es el Programa de Calidad de Aguas, Suelo y Aire. Estamos instalando la primera playa oceánica certificada de Rocha en el lugar más conflictivo en los 180 kilómetros de costa oceánica que tiene el departamento de Rocha.
Eso no fue una casualidad. Optamos por ese lugar porque era el más problemático, porque si las cosas son tan fáciles uno no les pone tanto amor. Este era el lugar crítico de toda la costa de Rocha: la desembocadura del canal Andreoni que fue un emblema negativo para este balneario. Pues nosotros con nuestra presencia intuimos que vamos a obligar a las instituciones que tienen injerencia directa en la Regulación Hídrica, para que hagan las cosas bien
A.L. —Nada más ni nada menos.
L.P. —En esto de la Regulación Hídrica tienen injerencia directa la Dirección Nacional de Hidrografía, el Municipio y la Asociación de Cultivadores de Arroz. Hoy tenemos una coyuntura por la gran seca, por la situación de la Laguna Negra. Eso es muy favorable para nosotros y lo estamos celebrando en la parte que nos corresponde, aunque vemos con preocupación los problemas que tienen otros.
No esperábamos que fuera así pero nuestra presencia allí obliga a los que tienen injerencia a que hagan las cosas bien. Desarrollar estos cinco programas no es nada fácil. Es un programa complejo, requiere de una inversión importante, hay dinero que tiene que estar y si no hay que conseguirlo buscándolo por todos lados.
En eso estamos hace casi un año.
A.L. —¿Cómo podría sintetizarnos el trabajo que se hizo para que esa agua que antes desembocaba el mar ahora no lo haga?
L.P. — Ahí hay cosas muy distintas. Por un lado se encuentra la Regulación Hídrica que está estipulada y está pautada, negociada y re-estudiada por distintas consultoras. Ese trabajo que encaró el Ministerio de Transporte y Obras Públicas para el cual ya tenía aprobación desde hace tres años.
Se enlenteció el comienzo de las obras, que se inciaron este año, por parte del Ejército con su maquinaria que se encuentra trabajando en lugares muy distantes de La Coronilla como la desembocadura del río San Luis. También en la desembocadura de otras cañadas como la cañada de La Torre; la cañada Acevedo que conectan con los bañados lejos de La Coronilla hacia el río San Luis, buscando una salida natural hacia la Laguna Merín.
Ese es un trabajo que aliviaría hasta un 30 o 40% el flujo de agua que bajaba del canal Andreoni hacia la costa y que lo recibiríamos nosotros en esta playa, flujo de agua que ahora por el tema de la sequía y del riego de las arroceras, ha desaparecido.
La carencia hídrica que hay en estos momentos en estos acuíferos hizo que el mar entrara tierra adentro por el canal Andreoni. Las aguas oceánicas entraron canal adentro un tramo importante —de 8 o 9 kilómetros—, hasta que la Asociación de Arroceros construyó un dique de tierra para impedir que esto siguiera ocurriendo ya que iba a dañar las plantaciones que requieren ese riego.
Ese trabajo no lo esperábamos porque si bien ocasiona un daño a otra gente que está necesitando el agua, a nosotros nos alivia en la medida que no baja agua por el canal. El canal Andreoni está desaparecido hoy en día.
A.L.– Un oyente de Producción Nacional nos dice que La Coronilla y la Laguna Negra fueron víctimas de una arbitrariedad de la dictadura que nunca fue investigada. Se podrían investigar estas cosas ¿no?
L.P. —En aquel momento se realizaron obras que significaron un daño importante para La Coronilla porque toda el agua bajaba por el mismo lugar. La desecación de los bañados fue un método de ganar tierra, —en otro momento un concepto muy válido en Uruguay y otras partes del mundo—, cuando no había muchos ambientalistas ni ecologistas ése era el concepto: ganar tierra en los pantanos que aparentemente eran improductivos.
Se optó por el siguiente procedimiento: sacarle tierra a los pantanos para que allí se puedan producir cosas. Los conceptos tomados aisladamente a veces no son muy acertados
A.L. —¿Quién financió todas las obras de recanalización y quién va a financiar esta política ambiental para la cual los vecinos tienen que juntar el dinero?
L.P. —Son dos cosas distintas. Las obras de Regulación Hídrica que se están realizando las asume el Estado. El Estado tenía aprobados hace más de 3 años unos U$S 600.000 para una primera etapa y ahora tiene que volver a presentar los potenciales gastos que se tengan que hacer para continuar en las distintas etapas están previstas con tiempo, plazo y costos.
También hacen aportes los vecinos. Existen vecinos que tiene una maquinaria y sabe qué obras realizar en sus parcelas y se ha ofrecido: “Yo pongo mi maquinaria y puedo hacer mis obras”.
El Estado en esos casos, en lugar de contratar empresas, le asigna al vecino los combustibles o los costos necesarios y estos hacen las obras en su propio campo.
Es una tarea compleja; no es fácil pero cuenta con la aprobación de la gente. ¡Ahí está lo bueno!
Regulación Hídrica no significa perjuicios para otros, significa que los daños que se han ocasionado en algún momento se han resarcido en parte por lo menos. Que las aguas que antes eran consideradas como de un valor mínimo, hoy día es un recurso universal de altísimo valor. Usted me habla de la dictadura y yo le puedo decir que hoy día la Laguna Negra tiene un problema importantísimo porque Hidrografía no hace las cosas con la prolijidad con la que debería.
A.L. —¿Qué obras no hace Hidrografía?
L.P. —Hay temas de controles como por ejemplo regular una compuerta en la Laguna Negra. Durante los tres meses de invierno se tiró agua a través del canal Andreoni al mar. Hoy día no hay agua en la Laguna Negra. El agua que están precisando hoy los productores de arroz la tuvieron en todo el invierno y la podrían tener hoy en reserva allí, pero por el manejo de una compuerta no está.
Hidrografía no manejó esa compuerta, la manejó un vecino caprichosamente a su libre albedrío. Así que no hay que ir 25 años atrás.
A.L. —Es decir que la compuerta funcionaba pero en vez de estar su manejo en manos del Estado estaba en las manos de un vecino que la manejó en función de su criterio y hoy están sin agua porque se procedió mal.
L.P. —Tal cual. Las carencias que van a sufrir los arroceros en esta zona, le aseguro que en elevado porcentaje, son responsabilidad de Hidrografía porque no reguló como se debe. No trabajó con la seriedad que corresponde con un recurso que es de todos como es el agua.
Usted hacía mención también a los recursos que necesitamos y estamos incluyendo el insumo que se llama “Playa Natural Certificada”. Los programas que vamos a desarrollar que son cinco se complementan con el programa de gestión de residuos, el programa de servicios de playa —donde vamos a tener baños para ambos sexos—, agua potable, duchas, teléfono público; iluminación. También una rampa da acceso para discapacitados, programas de información y comunicación, programas de prevención y seguridad; guardavidas e iluminación.
Por el momento hemos recibido una mano inmensa e inconmensurable de la Intendencia Municipal de Rocha, de su intendente Artigas Barrios y de los vecinos que hacen sus pequeños aportes, colaboran con su tarea y con su participación. También va a funcionar un parador. Todo esto son cosas muy buenas para La Coronilla. Restablecer la frecuencia que se puede llegar a la playa.
Se van a dictar talleres sobre medioambiente, sobre nuestra fauna oceánica. Un observatorio de ballenas —aunque todavía no hay fecha— desde donde podamos ver toninas y delfines, lo que creemos va a cambiar significativamente La Coronilla.
A.L. —La última vez que hablamos con integrantes de la Comisión nos dijeron que habían inversiones argentinas o españolas que se estaban esperando.
L.P. —Se siguen manejando con cautela por la situación que se da en el mundo. Las comunicaciones siguen establecidas. Nos volveremos a comunicar cuando el Ministerio vaya y haga la inspección y le dé la primera certificación de calidad como “Playa Natural” a una playa oceánica uruguaya.
Con certeza va a ser en el mes de diciembre la colocación de esa bandera azul que nos habilita a usar la marca. Las auditorías son muy serias y las ejercita el Latu a través de su sistema. Va a ser una satisfacción enorme recibirlos.