A un día de que se cumplieran los diez meses del cierre de Metzen y Sena, 450 ex trabajadores de la fábrica se reunieron para formar su propia cooperativa.
Los trabajadores que se habían encargado en todo este tiempo del mantenimiento de las máquinas, de la vigilancia perimetral y de proyectar el futuro de la empresa se conviertieron en los 62 socios fundadores de la nueva firma, a la que gradualmente se incorporarán los más de 650 trabajadores que quedaron desempleados luego el cierre de Metzen y Sena.
Los trabajadores venían negociando con el gobierno una alternativa que les permitiera hacerse cargo de la fábrica y montar una empresa recuperada, pero para eso, según explicó a Producción Nacional el secretario general del gremio de trabajadores y hoy integrante de la secretaría de CTC Empalme Olmos, Ruben Caunas, “había que darle una forma jurídica”. Por los beneficios de la nueva ley concursal “la mejor opción era la cooperativa”, señaló Caunas.
El proceso de formación fue en contacto con la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay, y también volcaron sus experiencias a los futuros cooperativistas los trabajadores del Molino Santa Rosa, Envidrio y Funsa, todas empresas recuperadas por sus obreros.
Los estatutos de la cooperativa están en etapa de registro, y una vez aprobados los trabajadores se pondrán en marcha para lograr la reapertura de la fábrica. Si bien Caunas señaló que el Ejecutivo “se comprometió” a apoyar la recuperación de la empresa de Empalme Olmos, por el momento todavía no está definido cómo será la salida. Los trabajadores de la hoy CTC presentaron un proyecto de funcionamiento e inversión que fue aprobado por el gabinete productivo, que implica una inversión del orden de los US$ 6 millones y la inclusión de 350 trabajadores en la planta en una primera etapa. A medida que crezca el mercado y la producción se incorporarán a los 250 restantes que quedarán en el seguro de paro, explicó.
Si bien Caunas reconoce que en estos diez meses “ha entrado competencia”, asegura que hay muchos clientes de la ex Metzen interesados en que la fábrica retome la producción. “Mucha gente de Uruguay está interesada en los productos nuestros, y con ellos hemos firmado cartas de intención de compra para justificar el proyecto, pero no sólo hay clientes interesados de Uruguay sino también de Argentina y Chile”, informó.
Luego de la formación de la cooperativa se definió la creación de tres sectores de producción: artefactos sanitarios, pisos y revestimiendo y vajilla, y a cargo de cada uno se estableció un coordinador y subcoordinador. Ellos serán los encargados de seleccionar, de entre los ex trabajadores, a los 350 que pondrán en funcionamiento la fábrica.
Según contó Caunas, cuando cerró Metzen y Sena 753 trabajadores pasaron al seguro de paro. En estos meses algunos consiguieron otros trabajos y otros aprovecharon para jubilarse, por lo que actualmente siguen cobrando el seguro de paro cerca de 680 funcionarios. Los criterios para la selección serán “primero la ideoneidad en el trabajo”, y luego, variables como si son jefes de familia, la cantidad de hijos y la situación económica por la que estén atravesando.
En espera
Los US$ 6 millones necesarios para la inversión vendrían del Ministerio de Economía, pero todavía no se ha definido cómo, si a través de la Corporación Nacional para el Desarrollo, el Banco República o si también parte se entregaría como adelanto del seguro de paro de dichos trabajadores. Sin embargo, desde la cooperativa se afirma que no están cerrados a asociarse con un inversor privado. “Si viene un inversor con dinero nosotros estamos abiertos a escucharlos, a estudiar eventuales asociaciones”, consideró Caunas, que contó que llegó a reunirse con un posible inversor argentino pero que por ahora “no tenemos nada en concreto”. En caso que surgiera un privado interesado, el Estado se ahorraría parte de la inversión.
“Sabemos que han habido dificultades en estos últimos días sobre la forma de llegar al dinero, pero el ministro de Economía (Fernando Lorenzo) ya nos hizo saber que después que pasen las primeras conversaciones por el proyecto de ley de presupuesto, en los primeros días de setiembre se iba a buscar el mecanismo para llegar al financiamiento para la cooperativa”, informó Caunas, que agregó que esperan poder tener novedades la próxima semana.
En Empalme Olmos las expectativas y la ansiedad por volver al trabajo aumentan a medida que se van superando las etapas. “Los compañeros están dispuestos a jugarse a esto, a que salga, ni que hablar que hay ansiedad y muchas ganas de trabajar”, contó Caunas, que resaltó que en estos diez meses también se ha mantenido la olla popular en la planta, donde de lunes a viernes se cocina para cerca de 250 personas. “Dentro de lo que es una mala experiencia esto sirvió para arraigarse al grupo de compañeros”, reflexionó.
Producción Nacional