En un análisis de la crisis internacional y las posibilidades de afrontarla por parte de nuestro país, Alberto Couriel admitió que la deuda externa sigue siendo muy alta.
Señaló que se siguen pagando intereses muy altos que influyen en los gastos fiscales. El senador entiende que un crecimiento del 3% para el 2009 no es poco en el actual contexto mundial y que tiene un grado de tranquilidad porque el producto va a seguir creciendo Agregó que una de sus preocupaciones es la política cambiaria porque afecta la competitividad y «yo quiero tener rubros de exportación con contenido tecnológico, con más valor agregado, con más empleo».
Con el Contador y Economista Alberto Couriel, Senador Oficialista
Entrevista emitida el martes 09/12/08 en Producción Nacional — 1410 AM LIBRE
Primera entrega del Ciclo “Punto de Vista”
Alejandro Landoni — La crisis financiera provocó que el escenario mundial cambiara en forma drástica. Se vio que se han desacelerado las exportaciones —igual están en un nivel récord en volumen y en precios— se espera que se desacelere para el año que viene la producción industrial y el empleo.
Alberto Couriel —Creo que no va a haber más desempleo sino que el ritmo de crecimiento del empleo va a bajar, pero va a haber crecimiento. No es que vayan a bajar los ingresos fiscales; el ritmo de crecimiento de los ingresos fiscales va a bajar, pero va a haber crecimiento de los ingresos fiscales.
En realidad, no se dice que va a caer la producción; dice que el ritmo de crecimiento de la producción, —que de pronto es 10% en el año 2008—; en el año 2009 va a ser 3%.
Va a ser menor el ritmo de crecimiento del que tuvieron los últimos años, pero no es que va a caer el producto, no es que va a caer el empleo, no es que van a caer los ingresos fiscales
Hay una situación novedosa que son las características de la crisis financiera internacional. Primero, porque se da en el centro financiero mundial -los Estados Unidos-, segundo, porque es una crisis de la cual se viene hablando desde hace 5 o 6 años que se venía.
El año pasado fue la crisis de las hipoteca. Sin embargo el gobierno de Bush no tomó las medidas necesarias, los recaudos necesarios, los controles, las regulaciones necesarias para atender una problemática que se veía venir.
En estos momentos estamos con una crisis financiera muy profunda, —incluso se habla de un estilo de crisis como la del año 1929—, donde han caído bancos muy importantes. El hecho de que el primer banco mundial como el City Group haya tenido que ser atendido, es una novedad.
Cuando usted me pregunta qué va a pasar en Uruguay, yo empiezo a sentir novedades en el campo internacional porque se derrumbaron algunos mitos, se derrumbaron algunos paradigmas, se derrumbó el fundamentalismo del mercado.
¿Qué quiero decir con esto?
Primero, se suponía que el mercado resolvía los problemas económicos, que era auto-organizado, que era auto-regulado, que atendía todos los problemas. Que uno dejaba el libre juego del mercado y le decía al Estado: “no interfiera con el mercado que es el que resuelve”.
Primer elemento: al mercado se lo dejó actuar; se desrreguló, hubo liberalizaciones financieras, —con los organismos financieros internacionales del tipo del Fondo Monetario— que lo estuvieron promoviendo y en estos momentos lo que uno siente es que se cayó ese paradigma.
Segundo: se decía: mínima intervención del Estado. Que el Estado no interfiera sobre el libre juego del mercado.
En estos momentos todos le están pidiendo al Estado que el Parlamento vote U$S 700.000:000.000 en Estados Unidos de los que 250.000 son para comprar acciones; que en vez de atender los créditos tóxicos hay que capitalizar a los bancos y por lo tanto en vez de privatizaciones tenemos nacionalizaciones o estatizaciones parciales, porque de pronto esas acciones mañana las venden al sector privado.
Entonces… tenemos una novedad total.
Tercer elemento novedoso: la crisis es en los Estados Unidos—el origen es en los Estados Unidos—. Luego, la globalización financiera hace que se desaparrame a todo el entorno… afecta a todo el mundo
Entonces, uno dice: si el problema es en los Estados Unidos, la crisis es en Estados Unidos, lo normal sería que la moneda norteamericana quedase afectada… y pasa lo contrario.
A.L. —Exactamente.
A.C. —Es una paradoja porque en momentos de riesgo los inversores buscan seguridad y la seguridad para los inversores se lo dan los títulos emitidos por el Estado norteamericano, porque detrás de los títulos emitidos por el Estado norteamericano está la economía más relevante y más importante del mundo.
Entonces, en lugar de que el dólar se deprecie … se aprecia con respecto a todas las monedas, —porque la gente sale a comprar dólares para salir a comprar los títulos norteamericanos correspondientes, porque eso es lo que les da seguridad—, aunque no le da intereses (le da muy bajos intereses).
Entonces siento que vamos a empezar a vivir una instancia novedosa en materia económica: es el libre juego del mercado.
El mercado no deja de funcionar; el mercado es el mejor indicador del resultado; la cantidad y calidad de bienes la decide el mercado. Eso no está en discusión.
Pero, el cómo, el dónde, el para quién, en qué momento… el Estado va a tener que regular. Ahora el Director Gerente del Fondo Monetario Internacional dice que lo importante es la regulación.
Y la otra novedad, que va a influir también en el caso uruguayo, es la que involucra al Banco Central Europeo que dice: “a mí lo que me importa es la estabilización, me importa y preocupa cortar la inflación”.
Ahora, si las medidas que toma para cortar la inflación afecta —como el caso de Argentina con la Ley de Convertibilidad— la industria, el empleo y la economía; no es problema del Banco Central Europeo.
Esto también va a cambiar.
Paul Robin Krugman -economista, divulgador y periodista norteamericano- dice: “acá lo que es importante es asegurar el empleo; enfrentar la recesión; que haya crecimiento y que no haya desaceleración, que no haya recesión”.
Por lo tanto las políticas monetarias, pero sobre todo las políticas fiscales con obras de infraestructura con inversión pública, son elementos centrales.
Y dice: “ésto es lo que va a salvar”. Están los otros economistas que dicen que si se hace eso va a tener déficit fiscal y si tiene déficit fiscal … qué hace.
Krugman responde: “no, por el momento el tema es el empleo. El déficit fiscal lo arreglaremos después porque como vamos a tener más empleo, vamos a tener luego más ingresos fiscales y en un plazo determinado resolveré el tema del déficit fiscal”.
Creo que este el tipo de accionar en el mundo desarrollado va a empezar a influir en el mundo subdesarrollado, salvo que el Fondo Monetario venga como vino siempre a decir: “acá lo que importa es la estabilización; lo que importa es el sistema financiero; lo que importa es que usted pague la deuda… después el mercado y el sector privado lo va a resolver.
La demostración es que el mercado y el sector privado son muy responsable de esta crisis financiera. Son muy responsables.
A.L. —Existió gente que se fundió y otra que hizo mucho dinero.
A.C. —El sector privado es responsable; el mercado es responsable.
Se requiere también de nuevas formas de regulación del Estado. Este es un elemento novedoso y probablemente hasta los organismos financieros internacionales, —que siempre dijeron lo contrario y tienen responsabilidad por la ideología imperante en ellos—, también tengan que reconsiderar.
En estos momentos sólo el hecho de que en vez de reunirse el “Grupo de los 7”, se reúne el “Grupo de los 20”, y tengan que incluir a China e India que tienen un gran poder comercial en estos momentos -que fueron clave en la Ronda de Doha-. El hecho que haya tres países latinoamericanos, —México, Brasil y Argentina—, en la reunión… es una novedad.
El hecho que se diga que hay que modificar las características del Fondo Monetario. De pronto una de esas características es: hay un acuerdo implícito y explícito, tácito(no sé cómo es el acuerdo); en el cual el Presidente del Banco Mundial es norteamericano y el Director Gerente del Fondo Monetario es europeo.
¿Por qué no puede ser un chileno, un brasileño, un uruguayo?
¿Por qué el Presidente del Banco Mundial no puede ser un chino, un coreano, un japonés, un africano?
Entonces, también hay un cambio, porque se van a ir modificando las relaciones de poder. Ese poder unilateral, unipolar de Estados Unidos.
A.L. —Estamos analizando con el Senador Couriel la crisis financiera internacional y la producción nacional, sobre todo tratando de ver qué perspectivas y qué propuestas se hacen para el Uruguay del 2009.
Ya se sabe que el año que viene habrá un crecimiento ennlentecido (tan sólo un 3% contra un 10.5% de este año); se ha sumado esta sequía que afecta al sector agropecuario que es el sector líder de las exportaciones uruguayas.
¿Qué medidas concretas (le pido cinco para sintetizar) plantea para enfrentar esta situación?
A.C. —Lo primero que tendríamos que saber es la profundidad y la duración de la crisis, y esto no lo sabemos. No lo sabe nadie y hay puntos de vista totalmente distintos sobre esto.
Hay quien dice que en el segundo semestre de 2009 ya va a haber cierto grado de recuperación; otros dicen que no, que es difícil que en el año 2009 haya recuperación y que la recesión en 2009, 2010 y 2011 en el mundo desarrollado se puede dar… pero no lo sabemos.
De manera que adelantarnos a las medidas cuando no sabemos la duración de la crisis, no es sencillo y no debiéramos hacerlo.
A.L. —El equipo económico ya dio un paquete de medidas porque algo hay que hacer. La oposición de hecho, acusó al gobierno de haberse demorado mucho en tomar medidas.
A.C. —La oposición no tiene más remedio, está tan perdida. Esta es una sociedad democrática; el sistema político es profundamente democrático. Como no ha pasado nada de lo que dijeron, no saben de dónde agarrarse. Están buscando que decir y señalan que las medidas llegan tarde.
¿Llegan tarde de qué? Si tenemos un inusitado e inesperado crecimiento económico.
Si alguien me hubiera dicho que en el 2005, 2006, 2007, 2008 el ritmo de crecimiento promedio va a ser del 8%, le hubiera dicho que está loco. Un Uruguay que venía creciendo en 50 años, 2%. Sin embargo ahora lo hace al 8%.
Es un récord y un segundo récord brutal que el desempleo abierto, —que era el 13% en el 2004— hoy es 7%; las cifras son magníficas.
Ayudan mucho los precios internacionales, de eso no tengo la menor duda, pero también la demanda interna que no es mejor y que tiene que ver con el gobierno, por 3 factores:
1) Se recibieron más ingresos fiscales que los esperados, entonces esto facilitó gastos en educación, gastos en salud, gastos para atender la indigencia, el Plan de Equidad, el Plan de Emergencia Social, porque se recaudó más de lo esperado. Esto es demanda.
2) Si el desempleo cae, es más empleo, más ingreso, más demanda.
3) La política salarial, en la cual usted armó negociación colectiva, Consejo de Salarios, y consiguió una mayor equidad en las relaciones laborales. Esto es propio de la democracia que tiene una ética de igualdad.
El salario creció limitadamente, pero creció y esto significa más demanda interna.
Entonces, son las exportaciones con sus precios, con su volumen físico. Yo vengo de la historia del estancamiento agropecuario, pero en estos momentos tenemos un crecimiento de la productividad de la tierra y del trabajo en la soja, en la carne, en el arroz … ¡fantástico!
Allí ayudan los precios internacionales.
Entonces, miremos por dónde nos puede afectar la crisis para ver las medidas.
Primero, estamos relativamente bien en el sistema financiero.
Segundo: el tema de la deuda. Creo que la deuda sigue siendo muy alta.
A.L. —Creció muchísimo. Me llamó la atención lo que dijo el Presidente del Banco Central, Mario Vergara, de que la deuda externa pública aumentó de U$S 13.000:000.000 en el 2004, a U$S 18.000:000.000 en el 2008.
Agregó que la diferencia está en que mientras en el año 2002 las reservas estaban en 600 o U$S 700:000.000 ahora están en 6.000 millones de dólares.
A.C. —No tenga duda. Por eso le digo que la deuda es muy alta. Lo que mejoró de la deuda es que se alargaron los plazos de amortización.
Entonces yo en una situación de crisis financiera como la actual, no tengo que salir al mercado financiero con desesperación a buscar fondos para la amortización para la deuda en el 2008, en el 2009, en el 2010.
Esto es lo bueno de la política de la deuda, pero la deuda sigue siendo muy alta y por lo tanto, sigo pagando intereses muy altos que me influyen en los gastos fiscales.