Alianzas entre academia e industria: el Centro de Ensayos de Software

0
2326

Una alianza que contribuye a la mejora de la competitividad y productividad de la industria de las tecnologías de la información.

 

Juan Pablo Méndez — Hoy hablaremos sobre el Centro de Ensayos de Software.

 

Gerardo Agresta — Sí, porque en la columna anterior estuvimos hablando sobre el relacionamiento Universidad-empresa y mencionaba que un último gran paso de la evolución de ese relacionamiento es hacer alianzas entre la Academia y la industria con objetivos comunes. El Centro de Ensayos de Software es eso.

Es un emprendimiento conjunto entre la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) y la Fundación Julio Ricaldoni de la Facultad de la Ingeniería de la Universidad de la República, como una iniciativa dentro de la Facultad de Ingeniería de su Instituto de Computación.

 

J.P.M. — ¿Qué objetivos tiene este Centro de Ensayos de Software?

 

G.A. — El objetivo es contribuir a la mejora de la competitividad y productividad de la industria de las tecnologías de la información.

¿En qué tema?

El tema principal es ese: el ensayo del software, porque es de interés contribuir a la mejora de la competitividad y de la productividad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) desde la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información y desde la Universidad, porque los dos estamos interesados en que se desarrolle la industria.

¿En qué sentido se orienta el Centro de Ensayos de Software?

¿Por qué es importante para la industria y para la Universidad?

En la Universidad había capacidad para desarrollar servicios en ese sentido, pero no tanta como para hacerla un servicio profesional a medida de las empresas, y las propias empresas de software tienen una necesidad, para trascender a nivel internacional; de que alguien garantice de que su software funciona correctamente.

Entonces, es la conjunción de esas dos necesidades y oportunidades hacen que se haya visto de los dos lados como algo a desarrollar.

 

J.P.M. — Este Centro de Ensayos de Software ¿qué es lo que hace? ¿Cuál es su actividad principal?

 

G.A. — La actividad principal es probar el software, en primer lugar desde el punto de vista funcional, es decir, que efectivamente haga lo que tiene que hacer. Se hacen pruebas de distinto tipo para ver si efectivamente el software hace lo que tiene que hacer, pero además se hacen pruebas de performance, es decir, bueno: “este software funciona, pero ¿qué pasa si lo usan 1.000 usuarios simultáneamente, o 500.000?” Entonces, se hace una prueba de estrés para ver si el software va a soportar esa carga de trabajo y no se queda corto.

También se hacen pruebas en distintas plataformas, distintas tecnologías. En un PC común; en un servidor de tal tipo; en un servidor de otras marcas; con determinadas arquitecturas de hardware o de software.

Esa es más o menos la actividad principal que lleva adelante.

 

J.P.M. — ¿Y cómo está funcionando este Centro?

 

G.A. — Se trata legalmente de un consorcio entre las dos instituciones. Está dirigido por un Directorio integrado por cinco miembros (dos de cada institución y el quinto de común acuerdo); y tiene un Departamento Comercial que se ubica en un local destinado particularmente a eso. La parte de infraestructura de testing se desarrolla dentro de la Facultad de Ingeniería, haciendo uso de la infraestructura informática que hay dentro de la Facultad.

La actividad comenzó con el apoyo de la Comunidad Europea a principios de 2005 a través de un proyecto denominado “Enlaces” que financió tres actividades relacionadas con la Universidad. Una, fue esta la creación del Centro de Ensayo de Software.

Ese proyecto ha sido evaluado muy positivamente por la Unión Europea y una forma de ver cómo ha funcionado esto es poder contar cuáles han sido por ejemplo, las ventas de servicios que hizo el Centro de Ensayos a las empresas.

 

J.P.M. — ¿Y cuántos fueron?

 

G.A. — Tenemos la secuencia de años. En el primer año se facturaron U$S 10.000 (un arranque); en el 2006 unos US$ 30.000; en el 2007 aproximadamente US$ 180.000 y en el 2008 US$ 210.000.

O sea, que el Centro de Ensayos ha evolucionado, ha sido recibido por la industria del software y por la industria en general porque no son sólo las industrias que fabrican software son las que necesitan probar sus productos, sino que las organizaciones que tienen que comprar software también necesitan que alguien les diga: “Sí, esto funciona o esto no funciona”. “Esto le sirve a su organización o no lo sirve”.

Entonces, esos son los tipos de clientes que tiene el Centro de Ensayos.

 

J.P.M. — Usted decía que en un inicio recibió dinero de la Unión Europea, ¿cómo se sustenta hoy por hoy y cómo se planea sustentar este CES?

 

G.A. — Hoy se está sosteniendo con sus propias ventas. Esa es la idea.

Tuvimos un informe de evaluación de la Unión Europea donde los evaluadores decían que la sustentabilidad de mediano plazo está asociada a la capacidad de ejecutar un plan de inversiones orientado a expandir sus actividades en el exterior. O sea, empezar a vender servicios y ser una marca de referencia de testing de software no sólo en Uruguay, sino en otros países de la región y del mundo.

Hace un año el Centro de Ensayos empezó un proyecto de internacionalización que busca llevar al Centro de Ensayos de Software a establecerse en otros lugares principalmente de América Latina y ese es el plan que tenemos en estos días. Ese proyecto se prevé que dure dos años más.

No hay comentarios

Dejar respuesta