«Al Estado le parecería que apoyar al fútbol es mala palabra»

El Poder Ejecutivo y la AUF lanzaron recientemente el programa Un gol al futuro, que pretende brindar una solución de fondo al problema del fútbol, apuntando a las Divisiones Juveniles. El proyecto busca asegurar a los jóvenes que se quieren dedicar a este deporta una buena educación y cobertura de salud. En la siguiente entrevista, uno de los responsables del proyecto, Eduardo Arsuaga, explica cuáles serán las primeras medidas que tendrán que cumplir los clubes.

Entrevista emitida el lunes 18/05/09 en Producción Nacional — 1410 AM LIBRE

 

El 95% de los jóvenes que inician su carrera en clubes que pertenecen a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), nunca cumplen su sueño de jugar en Primera División.

Ante este dato tan contundente, el Gobierno y la AUF crearon el Programa Nacional para la Formación del Futbolista Juvenil, que se lo reconoce con el lema “Un gol al futuro”. La idea básica es que más allá del éxito que tengan o no en su carrera futbolística, todos los jóvenes alcancen un nivel de educación que amplíe sus posibilidades de desarrollo.

Además, el programa prevé brindar algún tipo de cobertura de salud a los jugadores. En función de los datos que dieron en el lanzamiento de este programa que se realizó el 28 de abril, el 40% de los futbolistas de las Divisiones Juveniles no tienen asistencia médica en su Institución. Hay 16 instituciones que no tienen ningún medicamento y sólo diez Instituciones cubren la asistencia médica de segundo y de tercer nivel.

Eduardo Arsuaga, presidente durante catorce años de Defensor y presidente de la Comisión Asesora de Un gol al futuro explicó en Producción Nacional los objetivos del programa.

 

Alejandro Landoni — Está a punto de emprender una tarea más amplia que tiene que ver con los jóvenes futbolistas de todo el país.

 

Eduardo Arsuaga — Ha sido mi pasión desde el punto de vista deportivo, todo lo relacionado con la juventud. Si me preguntaran qué cosa puedo resaltar de mi vida, diría que donde puse mayor énfasis fue en todo lo relacionado con la juventud. Allí vi de cerca los problemas que el fútbol uruguayo tiene, de los cuales es difícil salir, un poco por lo que es el país con una población que crece muy poco; con las dificultades que tiene por estar centrado todo en Montevideo, donde han ido desapareciendo casi todos los campitos.

En mi época, por Punta Carretas jugábamos al fútbol en un campo o en la calle todo el día. Esa era nuestra principal distracción porque no existía la televisión. Eso ha ido desapareciendo y por consiguiente hoy el niño sólo puede jugar en Baby Fútbol, que muchas veces es muy criticado, pero que es lo que realmente concentra a los chicos –reúne a más de 50.000 chicos-.

 

A.L. — Es increíble que en Uruguay, que es un país gran exportador de futbolistas, los jóvenes futbolistas estén en esta situación: sin asistencia médica y viviendo en condiciones muy vulnerables, además con esa especie de preconcepto que hay en el fútbol donde a veces da la sensación que los chiquilines se ven obligados a optar entre el estudio o el fútbol, cosa que también disminuye sus posibilidades.

 

E.A. — Es toda la familia. Porque detrás de los chicos están los padres, madres, tíos que piensan que los niños son todos fenómenos, pero menos del 1% llega “a salvarse”, a ser jugador de nivel internacional. El Dr. Pedro Larroque decía que sólo el 0,5% de los jugadores que se inician, llegan a jugar al primer nivel intencional, lo que les permite a ellos económicamente tener otra situación.

Nosotros desde siempre pensamos en este tipo de cosas. El ingeniero Héctor Del Campo fue un maestro por lo generoso, me facilitó y me aconsejó e hizo esa gran obra en Danubio, y con él hablamos de estas cosas.

En este país, al Estado le parecería que apoyar al fútbol es mala palabra. De alguna manera, a lo mejor se lo tienen merecido los dirigentes porque inconscientemente hemos cometido errores que llevan a que los dirigentes de fútbol tengan mala fama, eso es una realidad. Pero parece que entregar algo para el fútbol cuando hay otras necesidades es…

 

A.L. — Sobre todo cuando el fútbol no metió cepillo de alambre y jabón ¿no?

 

E.A. — Sí, pero en general creo que está más allá de eso. Salvo la Intendencia de Montevideo que cede los Espacios Libres que permiten a muchos clubes tener las instalaciones deportivas; el Estado en sí mismo nunca ha llegado.

Entonces, ¿qué era lo fundamental? Nosotros siempre lo pensamos así: era la ayuda cuando se inician esos niños, no tanto por los jugadores que puedan llegar a ser, lo que más nos preocupaba, porque como dirigentes sentíamos la responsabilidad por los que no llegan, por los que abandonan los estudios, aquellos que como usted decía, abandonan en pro de la esperanza de conseguir “salvarse” a través de un fútbol profesional que es para muy pocos. La responsabilidad de los dirigentes es preguntarse: ¿Qué hacemos con estos chicos?

El fútbol en un momento en que la droga avanza y demás, es una de las cosas que puede distraer totalmente y más cuando se les dan servicios. Hay chicos que van mal alimentados a entrenarse. Ellos no han tenido un entrenamiento como sucede en Europa, donde cuando entran a los colegios tienen que elegir determinado deporte que es como una materia más. Acá recién ahora se ha hecho algún intento, pero estamos como en mí época, muchos años atrás, donde una vez por mes venía un profesor, pasábamos al recreo y allí hacíamos ejercicios con los guardapolvos puestos.

Frente a eso, dar algo que significara todo. Lo del servicio médico o lo del psicólogo -sólo tenemos siete clubes de la Asociación Uruguaya que tienen psicólogo-, el asistente social. En tono de broma le reprochaba al ex presidente Fernando Sobral (que en aquel momento era tesorero), que durante un año creo que en el 92’, nosotros tuvimos un año un asistente social, pero esto traía los problemas de la parte económica porque la mayor parte de los problemas había que arreglarlos con dinero y no estábamos en condiciones de arreglarlo así.

Ahora, todo eso está estudiado y ya se ha avanzado y se han firmado contratos en las distintas áreas por ejemplo con los psicólogos, con todo lo relacionado con la salud y también con los asistentes sociales.

 

A.L. — ¿Cuáles son los lineamientos principales que tiene este programa Un gol al futuro?

 

E.A. — En principio, como todas las cosas ajustables cuando empieza una experiencia nueva; se ha divido en tres ámbitos: el ámbito educativo, el ámbito sanitario y el ámbito deportivo.

El ámbito educativo está presidido por el profesor Wilson Netto, tiene la finalidad de darle a los deportistas que no hayan finalizado su Educación Primaria que puedan hacerlo y desarrollar alternativas para los deportistas que hayan abandonado la Educación Secundaria, para favorecer su reinserción con cursos especiales. Incluso, con algunas carreras cortas especiales y que pueden llegar incluso al apoyo a los familiares, a los padres de los chicos también.

 

A.L. — ¿Hay muchos jugadores que no terminan la Primaria o la Secundaria? ¿Hay algún número de eso?

 

E.A. — Primaria la han terminado muchos. Yo diría que en el inicio de su actividad liceal la empiezan un número que sorprende (la inicia como un 90%), pero después empiezan las deserciones.

La idea es llevar algunas cosas obligatorias porque como contrapartida, (acá no hay dinero para dar), tienen que cumplir con algunas cosas. Va a haber equipos, va a haber alimentación, etcétera.

 

A.L. — Insumos, equipos deportivos, ropa.

 

E.A. — Sí, va a haber comidas y va a haber meriendas. Todo esto ya está arreglado.

El problema radica en los lugares de entrenamiento que tengan algún lugar donde tener las comidas, sino va a haber que hacer algunas construcciones de algún tipo, infraestructura para facilitar que coman a la salida del Liceo donde concurren, porque ahora también se arregló con Secundaria que todos van de mañana para que los entrenamientos sean todos de tarde.

Y es obligatorio que dos veces por semana tengan Inglés y Computación.

 

A.L. — ¿Todos?

 

E.A. — El programa empieza con jugadores de Sexta y Séptima División, es decir, chicos que tienen cumplidos 14 años a fin de año. Entre 14 y 15.

 

A.L. — En un principio son 1.244 los jóvenes que van a ser beneficiados y cuando se amplíe a Montevideo van a ser 4.000.

 

E.A. — Porque además en este caso se da y nos encontramos con otro de los grandes problemas que es que la B… hay diez clubes que no tienen Sexta y Séptima.

Una de las cosas a las que tiende esto es que todos tengan un mismo punto de partida, pero mal podemos tener un mismo punto de partida si hay diez clubes de la B que no tienen Sexta y Séptima… su porvenir es negro. El martes pasado cuando tuvimos la última reunión salió este tema y lo vamos a seguir mañana, para que obligatoriamente el año que viene estos clubes empiecen a trabajar por lo menos en Sexta.

Para el maestro Oscar Tabárez, que está a cargo de toda el área deportiva, también es fundamental que empiecen a trabajar aunque se le tenga que dar una ayuda extra por ejemplo, que empiecen en julio y tres veces por semana darle alimentación a los chicos que van, pero si ellos no empiezan a trabajar…El punto de partida es imposible que sea el mismo.

 

A.L. — ¿Es obligatorio para los clubes cumplir con estas medidas o son recomendaciones que ustedes hacen?

 

E.A. — Esto va a ser obligatorio. Ya tenemos el borrador del convenio entre el Ministerio de Turismo y Deporte y la Asociación Uruguaya, y la AUF se hace responsable de que los clubes cumplan con esto.

Tendrán todas las posibilidades. El que no hizo Primaria, va a tener que ir a Primaria; el que no está haciendo UTU, va a tener que ir a UTU; el que dejó el Liceo, va a tener que ir al Liceo. Si no, se le va a convenir algún tipo de curso que le permita reinsertarse en alguna educación, además de lo otro obligatorio que es la Computación y el Inglés.

 

A.L. — Que hoy en día es básico.

 

E.A. — Nos parece fundamental y después, tenemos todo el ámbito sanitario donde ya el Dr. Larroque (que es el encargado de esa área) ha hecho un trabajo importante y adelantado. Ha hablado con asociaciones de psicólogos y hay cosas que ellos pueden realizar, por ejemplo, un estudio integral al deportista.

Hay aparatos utilizados en Europa que cada club no puede tener aquí, pero sí es posible que tres o cuatro clubes los tengan divididos en la ciudad, y que puedan ser utilizados por todos.

 

A.L. — Eso sería un cambio de mentalidad muy importante para el fútbol.

 

E.A. — Lo fundamental de esto es que acá los equipos que hoy están mejor en Divisiones Juveniles y a los que egoístamente les convendría seguir, son los que más empujan por este proyecto.

 

A.L. — Que son Defensor, Danubio…

 

E.A. — River, Wanderers, hay unos cuantos cuadros que ya han hecho un esfuerzo importante, Bella Vista tiene su Complejo Juvenil.

Peñarol sé que no anduvo muy bien y los resultados a la larga se ven. A veces veo u oigo previo a una elección en un club, cuando les hacen las entrevistas, los periodistas les preguntan qué es lo que va a hacer y el 99% de las veces responden: “trabajar en Divisiones Juveniles”, como si el resultado de eso se viera en uno o dos años. No, los resultados se ven a los siete u ocho años, que es el mínimo y con suerte en algún jugador muy especial un poco antes, pero de ahí a que vendan el primer jugador inevitablemente van a pasar siete u ocho años, salvo estos casos en que se están mal vendiendo jugadores que no se sabe si van a llegar o no porque tienen 13 o 14 años y son muy jóvenes.

 

A.L. — ¿No debería ser obligatorio que un club semi profesional o profesional, le de la cobertura médica a sus jugadores?

 

E.A. — A partir de ahora la cobertura médica es completa.

 

A.L. — ¿Y se la da el club o el Estado?

 

E.A. — Si no es el club es el Estado. Se va a asegurar que todos los clubes lo tengan como principio.

Hay hasta una inconsciencia. Cuando se hacen los entrenamientos, los chicos no sacaron ni la Ficha Médica la mayoría de las veces, y ya pasó hace poco que en un entrenamiento murió un chico.

 

A.L. — ¿En Montevideo?

 

E.A. — Sí, pero no tuvo trascendencia. Del mismo modo que sucede en Europa con jugadores profesionales.

 

A.L. — ¿Y murió por un problema orgánico?

 

E.A. — No sé bien. Sé el hecho.

Otra cosa, cuando se da la Ficha Médica, la mayoría de las veces el jugador es rechazado por la parte bucal. Sucede que cuando vuelven para darles la Ficha Médica de pronto es porque tienen dos o tres caries, pero cuando va de vuelta para que le den la Ficha Médica, lo que no tiene son dos o tres dientes, porque le resultó más barato que se los sacaran. Creo que eso es criminal. Toda esa parte va a ser atendida.

 

A.L. — Nos queda hablar del tema de la parte deportiva, donde está el propio maestro Tabárez al frente.

 

E.A. — El maestro Tabárez quiere criterios generales para la formación, tanto en lo individual como en lo colectivo, y considerar los recursos metodológicos y tecnológicos para la enseñanza, acondicionamiento y evaluación de los deportistas.

Otra cosa es incrementar los recursos humanos de los cuerpos técnicos. Hay muchos técnicos que no están actuando y pueden actuar en esos clubes que de pronto no tienen Sexta o Séptima a lo mejor por lo que les puede costar un entrenador. Quizás quienes ya han hecho el primer año de la carrera de entrenador pueden empezar a trabajar por lo menos en los entrenamientos, a dirigir, a orientar la formación. Todo esto además, va a tener que estar supervisado.

Toda la parte operativa está a cargo del Director de Deportes del Ministerio (del profesor Fernando Cáceres), que está haciendo un esfuerzo muy grande porque en esto el control va a ser fundamental.

 

A.L. — ¿Cuánto dinero se destina en estos programas?

 

E.A. — No hay un dinero en sí. Se ha recibido una ayuda muy grande. Contamos con el apoyo de ancap, antel, inda, Banco República, El Correo, ANEP y se siguen agregando incluso particulares, que han demostrado su interés en querer colaborar con este trabajo porque a la larga ellos van a contribuir en una obra importante y también puede ser importante lo que recojan como premio a esa colaboración.