“Estamos listos para retomar el liderazgo”, dijo en su discurso de asunción. Obama indicó que hay que “optar por la esperanza sobre el miedo”. Obama, a sus 47 años, se convirtió en el presidente 44 de Estados Unidos hacia 15 horas de Uruguay, al jurar «preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos» con la mano sobre la Biblia que utilizó el mandatario abolicionista Abraham Lincoln.
Hijo de un padre keniano y una madre blanca de Texas, Obama llega al poder en momentos de extrema dificultad, sitiado por la peor crisis económica en décadas y dos frentes bélicos abiertos, en Afganistán e Irak.
“Donde quiera que miremos hay trabajo para hacer”, indicó. La economía estadounidense se ha «debilitado enormemente a causa de la avaricia y la irresponsabilidad», agregó el presidente.
En su primer discurso como presidente, Obama afirmó que los desafíos de su país son reales, pero: “Los superaremos». Ofreció una retirada «responsable» de las tropas de Irak, al tiempo que dijo que Estados Unidos está en guerra con una «vasta red de violencia y odio». Aunque advirtió a los extremistas: «los derrotaremos».
El juramento de Obama fue observada por un repleto Mall, el gran paseo que desde hace casi tres décadas sirve de decorado natural para la investidura presidencial.
En un palco frente al Capitolio, presenciaron la juramentación de Obama el ahora ex presidente George W. Bush, junto a los ex mandatarios Bill Clinton, Jimmy Carter y George Bush (padre), y otras muchas personalidades.
Obama simboliza el crisol de identidades de este país.
El flamante presidente hizo de la unidad, más allá de las divisiones raciales o políticas, la pieza central de su triunfo electoral, tras una carrera política meteórica, que empezó hace menos de una década en las filas del Partido Demócrata.
Obama fue elegido senador en 2004, y se presentó a la candidatura de su partido, contra todas expectativas, tres años después.
IGLESIA Y CAFÉ
La jornada de Obama comenzó temprano en la mañana, cuando acudió junto a su esposa Michelle a un servicio religioso en una iglesia justo enfrente de la Casa Blanca, donde fueron recibidos después por el presidente saliente George W. Bush y su esposa Laura.
Tras el discurso, Obama y Biden presiden un almuerzo de honor con los miembros del Congreso en el Capitolio, sede del Poder Legislativo.
Luego les espera un espectacular desfile con más de 10.000 participantes por las calles de Washington, engalanadas con banderas listas para recibir a decenas de bandas de música militares y escolares.
Joe Marques, de 25 años, cubano-estadounidense, espera poder mostrarle su pancarta al nuevo presidente: «Cubanos con Barack».
«El va a cambiar las cosas con Cuba, Obama puede marcar realmente la diferencia, no como Bush», señaló a la AFP.
Obama substituirá en la Casa Blanca a Bush, quien deja el poder tras dos mandatos consecutivos con la peor imagen pública de un presidente en décadas.