Para el coordinador de Projoven el desafío que plantea este proyecto es que “nadie le haga un favor a nadie”, sino que ambas partes se beneficien.
Con Fernando Panizza, asistente social y coordinador de Projoven
Entrevista emitida el viernes 01/08/08 en Producción Nacional – 1410 AM LIBRE
El programa Projoven estima que a fines de setiembre enviará al Parlamento el Proyecto de Ley de Empleo Juvenil, que entre otras cosas, definirá incentivos para que los empresarios tomen personal joven.
Alejandro Landoni – En Uruguay el 25% de los jóvenes que tienen entre 18 y 24 años no estudia ni trabaja. Además, aunque el desempleo bajó, la mitad de los desocupados siguen siendo jóvenes. Ante esta realidad, Projoven, un programa de la Junta Nacional de Empleo (JUNAE) y del Instituto de la Juventud (INJU), instrumentó una estrategia para insertarlos en el mercado laboral.
Este programa funciona desde el año 1994 con recursos del Fondo de Reconversión Laboral (FRL), y ya financió 900 cursos en los que participaron 23.000 jóvenes. Benefician a una población donde la mayoría nunca tuvo un empleo formal (el 70%) y logran un porcentaje de inserción laboral efectiva del 60%, en tanto que el 88% logra acceder a un empleo formal. “La situación de los jóvenes es tremendamente preocupante”, había alertado el Coordinador de Projoven, Fernando Panizza.
Fernando Panizza es Asistente Social y es uno de los protagonistas de uno de los programas de Producción Nacional en TV CIUDAD, donde se entrevista a dos jóvenes: Claudio y Anselmo. Ambos son jefes de hogar, pasaron por cursos de Operarios Metalúrgicos que financió Projoven a través de un Instituto llamado IPRU, y están trabajando en una barraca de hierros de la capital.
¿Cómo explica estos porcentajes tan buenos de inserción laboral de los jóvenes que pasan por los cursos de Projoven?
Fernando Panizza – La primera explicación que damos es que en la lógica de Projoven la capacitación está orientada a puestos de trabajo que se detectan previamente. Antes de que nosotros iniciemos cualquier capacitación, primero las entidades de capacitación que lo van a dictar evalúan las posibilidades reales de inserción en el mercado laboral, a tal punto que cuando evaluamos la oferta, -más allá de evaluar la capacitad técnica de la propuesta; que obviamente, somos muy exigentes-, también verificamos con los empresarios que efectivamente esos puestos que existen, estén dispuestos a llenarlos con egresados de Projoven. Por lo cual los chicos que se capacitan ya tienen como objetivo central ingresar a puestos en diferentes áreas, en diferentes empresas, en diferentes sectores que ya fueron previamente acordados. Eso hace que en la mayoría de los casos los chicos y las chicas que participan tengan entrevistas en las empresas, tengan períodos de pruebas y que la mayoría de ellos (como un 60%) puedan quedar y casi el 88% hayan pasado por la empresa; de repente no superaron los tres meses de período de prueba, pero sí pasaron por las empresas formales.
AL – Es un porcentaje alto, es casi el 90%.
FP – Es realmente muy alto. El año pasado la doctora argentina Claudia Jacinto que es experta en Educación y Trabajo Juvenil; una de las personas que más sabe en América Latina de esta temática, tuvimos el honor que nos hiciera una investigación de los 12 años de trayectoria de Projoven, y en verdad ella sostenía en su trabajo que no había visto guarismos de este tipo en otros lugares. Claramente, también la escala uruguaya es una escala mucho más manejable para mantener esos porcentajes que la escala de otros países. Acá el universo problemático nuestro es ese 25%, que son 82.000 jóvenes. En otros países 82.000 jóvenes en el grupo de la población es un porcentaje muy chico. Entonces, obviamente que la escala juega a favor nuestro, pero tenemos indicadores muy altos y que creo que parte de la explicación es esa: que el puesto está acordado previamente y el celo profesional tanto de la Junta como desde Projoven se sigue a la hora de asignar los cursos y a la hora de acordar con los empresarios.
AL – ¿Esas entidades tienen que asegurar un determinado porcentaje de inserción laboral?
FP – Sí. Creo que una clave fuerte del éxito del programa es que la entidad de capacitación es socia nuestra, pero no solamente socia en los beneficios, sino también en las pérdidas. Es decir, las entidades de capacitación de sus honorarios se retienen un 20% que se le libera solamente cuando llegan a cumplir con la meta mínima de inserción laboral que exige el programa, que es del 45%, o sea que 9 de cada 20 jóvenes de un grupo se inserten.
AL – ¿O sea que ustedes le pagan el 80% y se guardan un 20 para ver qué resultado tiene en cuanto a inserción laboral ese curso?
FP – Exacto, y a partir de que efectivamente llegan a una inserción le liberamos su 20%. Esto hace que tanto ellos como nosotros estemos jugados a que se van a concretar las inserciones laborales porque si no, es relativamente fácil dictar cursos y no tener ningún compromiso con el impacto que va a tener ese curso en el mercado laboral. De esta forma logramos un compromiso laboral muy fuerte y yo siempre les digo a las entidades de capacitación que vienen, que no en vano de las 400 instrucciones de capacitación que están registradas en el Registro Único de Actividades de Capacitación de la Dirección Nacional de Empleo, hay unas 50 que son las que trabajan con Projoven, el resto no. Trabajan las que están más comprometidas con el tema de la inserción, que requiere tener profesionales adecuados para esa tarea y toda una metodología adecuada para lograr la inserción de los jóvenes; en el caso nuestro no solamente que entren a la empresa sino que se les hace un seguimiento durante cuatro meses en todo ese proceso de introducción en la empresa.
AL – Nos decían en APELSA, la barraca de hierros donde trabajan estos dos muchachos, Claudio y Anselmo, que ellos buscaban estos muchachos que salen de estos cursos porque ya vienen con una capacitación básica, pero porque también la institución que les da el curso los acompaña en los primeros tiempos en la empresa y que hay muchas cosas que se van aprendiendo y se van limando justamente a través de ese seguimiento que les hacen.
FP – Sí. Antes de ayer estaba en la ciudad de Rivera a donde había ido por varias cosas, pero una de las centrales era visitar una empresa Tejinsur que es un aserradero español, de última generación, que se instaló en la Zona Franca de Rivera. En el primer turno de la empresa trabajan 50 operarios, 24 ingresaron por Projoven, 5 más van a ingresar la semana que viene y cuando salgo a recorrer me impactaron dos cosas: una, que el 100% eran jóvenes. Cuando hablé con el Ingeniero responsable le pregunté: “¿Pero, ustedes no me habían dicho que jóvenes no querían y que en realidad preferían adultos y acordaban con nosotros este porcentaje de jóvenes?” Me contestó: «Sí, pero en verdad a partir del porcentaje de muchachos que vinieron de Projoven y vimos cómo están, decidimos empezar a tomar jóvenes y al final decidimos tomar todos jóvenes.” Y veíamos dos casos, de un chico y una chica que habían tenido problemas los primeros días porque no se habían adaptado y la Gerente de Recursos humanos de allí no sabía muy bien cómo manejarlo, pero enseguida participó la gente de la entidad de capacitación y hoy sobre todo una de ellas es una de las principales operarias que tiene esta empresa.
O sea que ese tema es muy importante, más cuando trabajamos, -que son los problemas que los empresarios que nos están escuchando lo conocen muy bien-, con población que viene de sectores que han estado bastante alejados de los trabajos formales. No solamente ellos que no tuvieron, porque es parte de los objetivos de Projoven, sino que también sus padres muchas veces o sus familiares directos no tuvieron experiencia en trabajos formales, entonces se dan situaciones que en realidad no la tienen en cuenta simplemente porque no la conocen.
Uno cree que el muchacho está de vago o no quiere trabajar y a veces es que llegó tarde porque no sabía. Me contaron un caso, que un chico que al tercer o cuarto día tuvo un problema con el ómnibus que no pasó y llamó para avisar que llegaba 10 minutos tarde y llegó 10 minutos tarde en taxi, que un taxi en Rivera es muy caro. El Ingeniero nos decía: “Nos dio alegría y pena a la vez porque probablemente haya gastado un porcentaje alto de su jornal ese día para pagar el taxi, pero bueno, la idea era que quería venir porque sabía la importancia que tenía para la empresa.” Todo eso se trabaja tanto en los cursos como en esa etapa de seguimiento.
AL – Es bueno precisar eso, cuál es la población objetivo de Projoven: son muchachos y muchachas que tienen entre 18 y 24 años que cumplen ¿qué requisitos?
FP – El primero es no seguir estudiando. Haber dejado sus estudios secundarios o, si lo están haciendo, estar yendo al turno nocturno, y priorizamos a aquellos que vienen de sectores que más lo necesitan. El 100% de las personas que ingresan a un curso de Projoven son entrevistadas por profesionales: Asistentes Sociales, Sociólogos, Psicólogos, Educadores Sociales del programa, que tienen una entrevista individual con ellos y a partir de esa selección se priorizan varias cosas.
Primero, que el chico o la chica quieran trabajar, si bien parece “de perogrullo”, no siempre que se hace un programa de este tipo quieren trabajar, a veces quieren la capacitación, me gustó el curso que van a dar. El objetivo central es que quieran trabajar, y después hay una serie de indicadores que evalúan la situación socio-económica de ese chico o de esa chica y en base a todos esos datos hacemos la selección final de quiénes efectivamente entran al curso. O sea que claramente priorizamos a la gente que más lo necesita. Tenemos tres niveles: uno de ellos que apunta a quienes no terminaron el Ciclo Básico, -abandonaron o dejaron de ir- en 1º, 2º o 3er. año de Liceo.Después un nivel para los que terminaron el Ciclo Básico pero no completaron 4º año y un último nivel para todos aquellos que dejaron cuando les faltaba alguna materia de 5º o 6º año.
AL – Cuando usted dice nosotros seleccionamos, nosotros organizamos: ¿quién elige a los muchachos que entran en los cursos, las empresas que los capacitan o el programa Projoven?
FP – Eligen los funcionarios de Projoven. A tal punto que en el caso del Interior del país, -y esto también es un acierto del programa-, la selección se hace por lo general en todos los casos por dos lugares: la propia entidad de capacitación que va a dictar el curso en el Interior del país y donde la hay, la Oficina de Juventud de la Intendencia. Allí ellos hacen la primera preselección. Todos los que cumplen con los requisitos duros: 18 a 24 años, tienen la formación que requiere ese curso dentro de esos tres niveles que antes decía, etc. Luego van uno o dos técnicos de Montevideo, del programa, que son quienes determinan y quienes forman el grupo.
Con esto nosotros nos aseguramos de varias cosas, una de ellas es que la población que entra al curso es la población objetivo del programa, que la entidad de Capacitación de repente no elige a los mejores porque después tiene que insertarlos y prefiere a priori elegir a los mejores, y a su vez también, -para el caso del Interior del país, porque en Montevideo es distinto-, se salvaguardan todas las presiones que puedan haber de tipos personales, políticos. La cercanía hace que muchas veces la gente pueda presionar más fácil o a la entidad de capacitación o al Instituto de Juventud diciendo por ejemplo: “Está mi hijo y preciso que trabaje ponélo en…” Permite que seamos lo más objetivos posible a la hora de seleccionar quién queda y quién no.
AL – Anselmo, uno de los muchachos que hizo el curso de Projoven y que trabaja en una barraca de hierro, me dijo algo que me llamó mucho la atención, dijo que: “Lo importante de esto, es saber aprovechar la oportunidad”. Esto me gustó mucho oírlo de un muchacho que me había dicho que cuando era más joven vivía “la vida loca”, que estaba más para divertirse que para trabajar, que el hijo le cambió la vida y que él aprovechó la oportunidad que tuvo en Projoven. Anselmo hizo sólo la Escuela, nunca fue al Liceo. Ahora no puede ir porque me ha dicho que tiene que cambiar pañales, pero tiene entre sus objetivos hacerlo quizás más adelante.
Claudio el otro muchacho, -que también hizo en curso de Projoven y trabaja en la misma barraca de hierro-; había hecho hasta 3er. año de Liceo y había empezado la UTU, pero no la había terminado; ahora está en la UTU dando exámenes. Realmente me gustó ver que el curso de Projoven les sirvió a los dos, no sólo para ganarse la vida sino también, para en el caso de Anselmo, decía que le sirvió: “para sentar cabeza” y en el caso de Claudio para seguir estudiando. ¿Se da mucho eso?
FP – Sí, se da muchísimo. Siempre buscamos que el curso de Projoven sea un mojón de estos chicos y chicas que con el tiempo lo recuerden y haya habido aunque sea un pequeño “antes y después” del curso. Es decir, no apuntar solamente a lo que es la inserción laboral que es el objetivo central, sino también se trabaja mucho, -porque se trabaja con Psicólogos y Asistentes Sociales-; lo que es su proyecto de vida; su historia de vida y su proyección de vida. Va más allá del puesto de trabajo en concreto.
Todos sabemos que el trabajo sigue siendo la categoría central de socialización de las personas y por ende de los jóvenes, y dentro de esa socialización tiene que estar ligado el trabajo a un proyecto futuro de vida. Eso se trabaja mucho en los talleres y en general tenemos por suerte, muchos chicos y chicas como estos dos jóvenes, que no fueron elegidos especialmente, sino que tomamos dos casos que podrían haber sido de los cientos de casos que han pasado.
AL – En realidad, quiero aclarar que los elegimos nosotros sin conocerlos, porque el rodaje de televisión necesitaba tratar de tener a los dos entrevistados en la misma empresa por un tema de costos, ya que son rodajes que se hacen en 7 u 8 horas y no podíamos trasladarnos a lados distintos porque se pierde mucho tiempo. Por lo tanto, nosotros tratamos de centralizar la locación en el mismo lugar y por eso surgieron Claudio y Anselmo y fue un gusto haberlos conocido.
FP – A mí me pasa que personalmente aún no los conozco y de hecho los vamos a conocer ahora porque los vamos a invitar a la próxima entrega de Certificados para que especialmente ellos participen allí, o sea que fueron realmente dos casos de chicos que no fueron elegidos especialmente. Y un dato importante de por qué lo valoran tanto ellos es que buena parte de estos jóvenes vienen con historias de vida en las cuales les ha costado mucho obtener los logros que han tenido, y en general han tenido mucho menos logros de los que deberían tener a esa fecha.
Siempre, para cualquier chica o chico que no pudo terminar la escuela o el liceo, siempre es una frustración que se agregó, más allá de que en el discurso digan: “Yo no iba porque no quería”, pero en la práctica lo tienen allí como algo que no pudieron lograr, algo a lo que él o ella no pudieron acceder. El hecho del curso de Projoven, les permite revalorizarse como persona y ver que efectivamente pueden lograrlo. La cara de satisfacción de ellos cuando reciben el Certificado de Projoven, que es para la mayoría de ellos el primer Certificado que reciben en su vida, es un tema muy fuerte. Y otro tema que es muy fuerte y muy importante es el hecho de saber que en realidad ellos se pueden capacitar porque hay trabajadores, porque hay empresarios que aportan a un fondo que a ellos se les permite acceder. Y en general, todos tienen un compromiso muy alto cuando egresan de Projoven porque saben que el aporte de ellos como trabajadores también les va a permitir que otros jóvenes en su misma situación puedan salir adelante.
AL – Eso es por el aporte al Fondo de Reconversión Laboral…
FP – Que es con lo que la Junta financia todo este tipo de actividades.
AL – ¿Son buenos empleos los que se consiguen, son formales?
FP – Sí, en primer lugar nosotros reconocemos que alguien se insertó laboralmente después que pasó el período de prueba. Hoy dábamos diferencias de porcentajes, decíamos que el 60% se insertó laboralmente pero un 88% pasó por la empresa formal; hay un grupo de chicos que si bien entraron a una empresa formal, estuvieron en caja, pero no terminaron el período de prueba. En todos los casos son empleos formales, en todos los casos son empleos privados y los chicos que entran del programa, entran con todos los derechos de los trabajadores de planilla. O sea que ahora entran con los salarios aprobados por el último Consejo de Salarios, con los beneficios del Consejo de Salarios y allí tenemos variaciones, desde algunos que están en el piso del Consejo de Salarios cercano al sueldo mínimo, hasta gente que gana 16, 17 o 18 mil pesos en algunas empresas. Ahí varían un poco los rubros, la dedicación, los tipos de empresa, pero en general son trabajos decentes, son trabajos formales y apuntamos cada vez más a trabajos de calidad.
AL – Los oyentes que sean empresarios o jóvenes o conozcan jóvenes a los que Projoven le pueda dar una mano, ¿cómo pueden comunicarse?
FP – Pueden llamarnos al 4026000 que es el teléfono de Projoven o enviarnos un mail a: projoven@projoven.gub.uy y allí con mucho gusto los atenderemos y los asesoraremos. Incluso también está la posibilidad, -y se está haciendo cada vez más en la medida de que el país está teniendo más nivel de inversión-; de hacer “cursos a medida”, cerrados para algunas empresas. Este caso que contaba anteriormente de Rivera, en realidad se capacitaron 50 chicos y chicas para ese Primer Turno de esa empresa que abría, o sea que se hicieron exclusivamente para una empresa. En otros casos hacemos cursos en los cuales los egresados entran en diferentes empresas.
AL -¿Rubros como por ejemplo?
FP – Los más diversos, van desde Administración, Cajeros de Supermercados o Reponedores, a gente que trabaja en el Área Industrial, Frigorífica, Forestación, Aserraderos, Citrus, Metalúrgicos. En realidad, nosotros trabajamos todas las áreas de producción o servicios, urbanas o rurales y en general nos pasa algo interesante puesto que como decíamos que están ligados los puestos de trabajo y el mercado; nunca sabemos qué tipo de curso vamos a tener más adelante, porque depende de las oportunidades de trabajo que vayan surgiendo.
AL – ¿Qué incentivos tienen los empresarios para contratar a estos jóvenes en particular o a jóvenes en general? En estos días hay una Mesa de Trabajo que está diseñando los lineamientos principales de lo que va a ser la nueva Ley de Empleo Juvenil, en virtud de que la anterior (16.873) nunca había tenido muchos atractivos para las empresas y que encima con la Reforma Tributaria se derogaron los aspectos más importantes.
¿Hay incentivos, están pensando en incentivos para que los jóvenes entren en las empresas?
FP – Sí, se están pensando en incentivos que claramente estamos discutiéndolos, ahora el 21 de agosto en la ciudad de Salto hacemos el lanzamiento de la consulta a nivel del Interior. Salto va a ser el primer departamento, estuve allí la semana pasada hablando con la gente del Comité Local. Se están discutiendo incentivos, que no sé cuáles van a ser porque se está dando esa discusión. La idea es que el proyecto de ley entre en principios de octubre, fines de setiembre al Parlamento para que empiecen a trabajar los parlamentarios. Creo que hay un incentivo que es muy fuerte, importante, que es que a través de los programas con los cuales capacitamos, entren jóvenes que estén preparados y que estén preparados en lo actitudinal.
AL – En la actitud de trabajo.
FP – Sí. Creo que acá el gran desafío que tenemos con la ley y el gran desafío que tenemos, en cuanto a la relación de los empresarios y el ingreso de jóvenes es que “nadie le haga un favor a nadie”. Muchas veces cuando hablamos de incentivos económicos, -que en realidad, eran bastantes pocos los que tenía la otra ley-, el supuesto que estaba detrás era: “Como vas a tomar a alguien que es de segunda categoría, yo te beneficio dándote incentivo económico”.Creo que el desafío consiste en que los jóvenes que entran a trabajar sean jóvenes que están preparados para el puesto de trabajo, y sean jóvenes a los cuales el empresario no les está haciendo un favor, sino que se está beneficiando con un trabajador preparado, calificado y que sabe a qué entra cuando entra a ese puesto de trabajo.
Obviamente, nosotros nos beneficiamos porque logramos hacer que cada vez entren más jóvenes al mercado de trabajo. No obstante van a ver diferentes tipos de incentivo, no quiero adelantar ahora ninguno acá porque estamos en plena etapa de discusión y ni siquiera han entrado en la discusión todos los actores.
Personalmente creemos que es importante que haya muchos incentivos que no sean estrictamente exoneraciones económicas, sino que también haya incentivos que sean apoyo a las empresas a mejorar su calidad. Por ejemplo, incentivos en capacitarle personal estable en la empresa. Proponerle por ejemplo que por tantos jóvenes que entren a su empresa del Programa de la Junta Nacional de Empleo, se le acreditarán tantos lugres de capacitación para su personal estable, que es un tema bien importante, porque muchas veces la gente de mayor edad puede quedar afuera de las empresas porque no logra adecuarse a las nuevas tecnologías, entonces en la medida en que haya un fondo de la Junta que habilite a capacitar gratuitamente, para el empresario eso puede ser un incentivo, investigaciones, estudio de mercado, etc.
AL – ¿Piensan que va a estar pronto esto para enviar al Parlamento a finales de setiembre, principios de octubre?
FP – Esa es la meta que tenemos planteada. Ahora empezamos la consulta y estamos trabajando “a toda carrera” porque es un tema que no es fácil y una cosa que es bien interesante en este tema es que ninguno de los actores que estamos involucrados tiene un Proyecto de Ley de Empleo Juvenil. No estamos negociando, ni discutiendo sobre propuestas y proyectos ya cerrados, sino que todos tenemos algunas certezas y muchas dudas de por dónde tiene que ir y eso nos ha ido enlenteciendo esta primera parte del trabajo.
Desgrabación: Martha Ziman
Edición: Lic. Cecilia Álvarez